El secretario general de Convergència, Artur Mas, ha planteado el "derecho a decidir" de Cataluña como una de las bases para la refundación del catalanismo y superar la "situación de dependencia" respecto a España, un planteamiento con puntos de conexión con la vía que propone el Gobierno vasco.

Así lo ha proclamado Mas en su conferencia "El catalanismo, energía y esperanza para un país mejor", dictada en el Palacio de Congresos de Cataluña ante más de 2.000 invitados de la sociedad civil catalana, en la que ha planteado un salto cualitativo en su apuesta soberanista, que se traduciría en consultar al pueblo catalán, por ejemplo, sobre si se quiere el concierto económico.

En su conferencia, Mas ha marcado la "hoja de ruta" que debería seguir el proyecto de refundación del catalanismo, que considera "abierto" a las aportaciones que quiera hacer el conjunto de la sociedad catalana pero que, a su juicio, debería descansar en cuatro "pilares": alcanzar la "nación plena" catalana, apostar por convertir Cataluña en un país líder, prepararlo para los retos de la globalización y aplicar el derecho a decidir de los catalanes sobre sus propios asuntos.

Pese a haber recuperado la autonomía, según Mas, aún persiste un "déficit fiscal" del 8%, las balanzas fiscales no se dan a conocer, el AVE sigue sin llegar a Barcelona y "el Estado central interviene por tierra, mar y aire en la vida de los catalanes".

Para Mas, ya no basta la "pedagogía" para contribuir a que se entiendan en España las razones del catalanismo.

"El catalanismo del siglo XXI debe plantearse el derecho de la nación catalana a decidir de forma democrática, libre y pacífica", ha proclamado el presidente de CiU, que considera que "si Cataluña es una nación" y no un simple "subproducto constitucional", los catalanes tienen el derecho a decidir "lo que más les conviene".

Según Mas, el derecho a decidir "debe aplicarse progresivamente sin más límites que la propia evolución democrática de la sociedad y sobre aquellos temas que despierten consensos más amplios", para que las decisiones tengan la máxima "legitimidad y fuerza".

Como ejemplos de temas que se podrían someter a consulta, Mas ha citado el nuevo Estatuto si lo recorta el Tribunal Constitucional, la gestión de los aeropuertos catalanes y otras infraestructuras e incluso la instauración del concierto económico para Cataluña.

La tarea del catalanismo, ha añadido, es "procurar que los temas llamados nacionales", como podría ser la vinculación de Cataluña con España, "sean asumidos, defendidos y reclamados por una mayoría firme y sólida de los catalanes".

Mas es consciente de que el concepto de derecho a decidir "puede chocar con el marco legal vigente" en España, pero "son las leyes las que están al servicio de la democracia, y no al revés".

"El derecho a decidir de un pueblo es el ejercicio de la democracia en estado puro. ¿A qué demócrata le da miedo esto?", se ha preguntado.

Al margen de este "pilar" del nuevo catalanismo, Mas ha dicho que otro de los ejes es asociar el concepto de "nación plena" a la idea que así la sientan todos los catalanes, porque "es catalán quien así se siente o quien vive en Cataluña y quiere serlo", una revisión de la definición formulada por Jordi Pujol: es catalán quien vive y trabaja en Cataluña y quiere serlo.