Este artículo se publicó hace 16 años.
Mariano Rajoy: De sucesor a candidato
En estos cuatro años, el líder del PP dice que ha cambiado mucho. Ha pasado de ser el sucesor de Aznar a ser el jefe de la oposición
Mariano Rajoy Brey (Santiago de Compostela, 1955) es registrador de la Propiedad. En todas las redacciones que se hacen de su trayectoria siempre se destaca que fue un gran estudiante, con una memoria prodigiosa que le valió aprobar las oposiciones a la primera y convertirse a los 23 años en el registrador más joven de toda España.
Inició su andadura política afiliándose a Alianza Popular en 1977. Comenzó pegando carteles y fue haciéndose un hueco en el partido hasta salir elegido diputado en las primeras elecciones autonómicas de 1981. Su ascensión política fue imparable. Fue presidente de la Diputación Provincial de Pontevedra y vicepresidente de la Xunta. El salto de Galicia a Madrid se produjo con la refundación del partido en 1989 y ya con José María Aznar al frente.
En su última etapa quedó tocado por su gestión en la crisis del PrestigeCuando el PP ganó las elecciones, en 1996, Rajoy fue nombrado ministro de Administraciones Públicas. A partir de entonces fue sumando carteras: Educación y Cultura, vicepresidencia primera, ministerio de la presidencia, Interior y hasta la portavocía del Gobierno. En su última etapa quedó tocado por su gestión en la crisis del Prestige y por la decisión del Ejecutivo del que formaba parte de que España participara en la guerra de Irak.
En septiembre de 2003 Mariano Rajoy fue nombrado secretario general del Partido Popular y candidato a la presidencia del Gobierno en lugar de José María Aznar. El ex presidente le designó a dedo y nadie en el PP osó contravenir sus deseos. Entre Rato y Mayor Oreja, él había sido el elegido. Cuando todos en el partido conservador daban por hecho que Rajoy saldría vencedor de las urnas se produjo la tragedia del 11-M. Perdió las elecciones el 14 de marzo de 2004. Entonces pensó en dimitir pero decidió quedarse al frente "por responsabilidad". Las elecciones europeas, donde el PP se quedó a tan sólo un escaño del PSOE, le sirvieron de respiro para poder continuar. Así fue como llegó hasta el XV Congreso Nacional del partido, en octubre de ese mismo año. Hasta entonces no se convirtió realmente en el auténtico "jefe" del partido conservador. Sólo en aquel instante se puso al frente, contando con el respaldo de 2.479 votos de los 3.028 compromisarios que habían acudido a la cita.
En estos cuatro años, el líder del PP dice que ha cambiado muchoEn este tiempo Rajoy ha tenido que afrontar más de un disgusto en el partido, apagar más de un fuego a nivel territorial, ver como Josep Piqué abandonaba el partido por no sentirse respaldado por él, como Jaume Matas hizo otro tanto para irse a la empresa privada, como Esperanza Aguirre y Alberto Ruiz Gallardón se han enzarzado en una continua contienda... Hasta llegar a las puertas de una nueva convocatoria electoral. En el partido le reconocen dos méritos: haber mantenido al partido unido y con capacidad para retar en estos momentos a Zapatero.
En estos cuatro años, el líder del PP dice que ha cambiado mucho. Ha pasado de ser el sucesor de Aznar a ser el jefe de la oposición. De estar a La Moncloa a recorrer todos los pueblos de España. De tener una imagen encorsetada a lucir una más desenfadada. De no saber lo que es Internet a tener su propio facebook. De mantener su vida privada al margen de la política a ir con su esposa a prácticamente todos los mítines.
Rajoy se casó con Elvira Fernández Balboa el día de los santos inocentes en 1996. Ellos querían haber realizado su boda un día antes pero tuvieron que cambiar de planes porque había un debate de presupuestos y todos los votos del PP eran necesarios así que el líder del PP no se podía ausentar. Tienen dos hijos: Mariano, de ocho años, y Juan, de dos. Es un apasionado de los deportes, sobre todo del fútbol y el ciclismo. Ahora le gusta más verlos que practicarlos. Sus colaboradores destacan de él su sentido común y como defecto, en el plano personal. recalcan que fuma demasiados puros y, en el político, que no arriesga lo suficiente. Ahora se podrá comprobar si eso es o no cierto. En pocos días se conocerá el desenlace. Puede convertirse en presidente de Gobierno o no... como diría él mismo haciendo acopio de su estilo gallego.
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