El lehendakari, Patxi López, asegura que su Gobierno sacará adelante el Plan de Educación para la Paz porque es una "cuestión de principios" y afirma que no renuncia al testimonio de las víctimas del terrorismo en las aulas.

En un artículo que hoy publica en su blog, titulado "Cuestión de principios", el lehendakari analiza la polémica entre los grupos parlamentarios y la comunidad educativa vasca sobre el contenido del Plan de Convivencia Democrática y Deslegitimación de la Violencia diseñado por el Ejecutivo vasco, que reformula el Plan de Educación para la Paz puesto en marcha en las aulas por el anterior Gobierno de Juan José Ibarretxe.

López reconoce que el anterior plan "tenía cosas positivas en materia de derechos humanos" pero opina que "quizá no abordaba con suficiente claridad" el problema específico de violencia en Euskadi, donde pervive el terrorismo totalitario.

Recuerda que un sector de la población sigue justificando y apoyando las acciones del terrorismo de ETA, entre ellos un 15% de los jóvenes, según un informe del Ararteko.

El lehendakari precisa que no se puede dar "a todo tipo de violencia y todo tipo de conculcación de derechos el mismo tratamiento" porque así, añade, no se hace más que "diluir aquello por lo que precisamente se creó el plan".

"El terrorismo totalitario es un problema específico de Euskadi, que no se da en otros países y regiones de Europa, y que requiere de medidas y actuaciones concretas para ponerle fin", insiste.

López se muestra convencido de que ETA tiene los días contados pero asegura que se necesita "un último esfuerzo" para lo que su Gobierno quiere implicar a toda la sociedad.

"Creemos que este plan es una buena herramienta para ello, para educar en valores de tolerancia, democracia y pluralidad a nuestros jóvenes, para evitar que haya gente que siga aceptando que se puede matar a otras personas por pensar diferente, para que no haya un relevo generacional de estas ideas que tanto dolor nos han causado en Euskadi", subraya.

El plan, explica, tiene tres pilares, que son la promoción de la convivencia democrática, el reconocimiento del papel central de las víctimas en la deslegitimación de la violencia y la no neutralidad de la sociedad vasca en la lucha contra el terrorismo.

"El testimonio de las víctimas es un aspecto al que no renunciamos", asegura López, quien señala que se debe acercar la voz de las víctimas "como reconocimiento de su dolor y denuncia del pensamiento totalitario que llevó a cometer dichos asesinatos".

"No se trata de victimismo, ni de revanchismo, sino de trasladar su dramática experiencia y explicar la historia personal que se trunca, la realidad que queda detrás de cada crimen", afirma.

López aboga por lograr el "máximo consenso" en torno a este plan entre el profesorado y todos los ciudadanos de Euskadi, a quienes les pide que "no sean neutrales" y que se posicionen "enfrente del terrorismo totalitario".