Este artículo se publicó hace 18 años.
Kosovares y serbios mantienen su intransigencia en la ronda final de negociaciones
Los líderes de Serbia y Kosovo mantuvieron hoy sus posturas intransigentes durante la última y decisiva ronda de negociaciones sobre el futuro estatus de la controvertida provincia serbia de mayoría albanesa, que se celebra en un balneario termal en las afueras de Viena.
Mientras que los serbios dijeron que siguen rechazando la independencia de Kosovo, los albano-kosovares reiteraron su objetivo de declarar la soberanía como única solución al conflicto.
El presidente de Serbia, Boris Tadic, fue hoy rotundo a su llegada a Baden, a 40 kilómetros al sur de la capital austríaca, al manifestar que su país "nunca aceptará" la soberanía de su sureña provincia, habitada por un 90 por ciento de albaneses.
"Queremos una solución de compromiso que sea aceptable para las dos partes, no sólo para los albano-kosovares", precisó en declaraciones a la prensa.
Por su parte, el primer ministro albano-kosovar, Agim Ceku, dijo que "la conclusión de este proceso (negociador) es la independencia, que esperamos proclamar en coordinación con Estados Unidos y la Unión Europea antes de fin de año".
"Vamos a ver si tenemos éxito", agregó el jefe de Gobierno, quien será sustituido con toda probabilidad por el ex líder guerrillero Hashim Thaci, triunfador la semana pasada de las elecciones legislativas en la provincia serbia.
La primera ronda de conversaciones terminó hoy a las 18.00 hora local (17.00 GMT), sin acuerdo visible alguno.
En cuanto a la posibilidad a una declaración de la independencia kosovar, el ministro serbio de Exteriores, Vuk Jeremic, dijo no deber haber "ningún apoyo a acciones ilegítimas, ilegales y sumamente peligrosas tras el 10 de diciembre".
En declaraciones a la prensa, tras la primer jornada de negociaciones, el ministro precisó que "cualquier desacuerdo y cualquier acción unilateral nos dejará con toda seguridad en una situación muy precaria".
A su vez, el portavoz del equipo negociador kosovar, Skender Hyseni, señaló ante la prensa que "nada nuevo" se habló en la reunión hoy, ya que ambas partes presentaron sus posiciones conocidas.
Según la agenda, mañana habrá varias sesiones repartidas a lo largo del día, seguidas por una reunión final y una rueda de prensa el miércoles en Viena.
Belgrado y Pristina negocian desde hace dos años el estatus final de ese territorio, que Serbia considera parte integrante de su país.
El mediador europeo, el diplomático alemán Wolfgang Ischinger, calificó hoy la conferencia de tres días en Baden de la "última oportunidad" para llegar a un acuerdo.
"Espero que ambas partes usen esta oportunidad", señaló el miembro europeo de la "troika" internacional de mediación, compuesta por la Unión Europea (UE), Estados Unidos y Rusia.
Tras la conferencia, la "troika" elaborará su informe final sobre el proceso de negociación, que deberá entregar al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, antes del próximo 10 de diciembre.
Por su parte, el primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, manifestó hoy tras su llegada a Baden que "no vamos a permitir que se arrebate a Serbia ni un milímetro de su territorio" y volvió a insistir en un compromiso basado en una amplia autonomía de Kosovo, pero dentro de Serbia.
Veton Surroi, quien actúa como ministro de Exteriores oficioso de Kosovo, destacó que, "mientras Pristina ofrece cooperación y amistad a Serbia, Belgrado amenaza con sanciones contra Kosovo y aquellos países que reconozcan la independencia".
"En ese sentido, nos encontramos en dos sendas distintas. La nuestra es la de la integración, mientras que la de Serbia es una de enfrentamiento", recalcó Surroi.
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