Juan Luis Cebrián dice que "si empeoran los medios, empeora la democracia"

Si hay dos cosas que subraya el escritor y académico Juan Luis Cebrián cuando habla de periodismo es que "si empeoran los medios, empeora la calidad de la democracia" y que los periodistas están en primer plano de la actualidad, son protagonistas, cuando deberían ser los que cuentan las historias".

De estos temas reflexiona en su último libro, "El Pianista en el Burdel", una colección de ensayos sobre el oficio al que ha dedicado toda su vida: el de periodista, cuyo título ha sacado de la mítica frase "No le digas a mi madre que soy periodista, prefiero que piense que soy pianista en un burdel".

Momentos antes de clausurar el Hay Festival, en un encuentro con algunos periodistas, el consejero delegado del Grupo Prisa defiende la profesión y que haya "líderes de opinión capaces de informar de aquello de lo que el poder no quiere, y dar criterios y análisis a los ciudadanos, para que puedan ejercer como tales".

Cebrián, que conversará sobre el libro con el periodista José María Ridao, después de la presentación del director del Hay Festival, Peter Florence, cree que se transforma la democracia misma, pasa de un modelo representativo a otro participativo, "asambleario y un poco caótico, debido a las nuevas tecnologías".

Además es una democracia globalizada, donde la soberanía de los estados-nación pierde relieve, lo que afecta a los periódicos desde el punto de vista institucional.

Cebrián, que confía en que la democracia representativa siga por muchos años, concluye que "los medios de comunicación y los periódicos, como elementos reflexivos, forman partes esenciales, y si empeoran, empeora la calidad de la democracia".

En las declaraciones del primer director de "El País" hay autocrítica: "Los profesionales del periodismo escrito hemos sido muy arrogantes, hemos pensado siempre que estaban los periódicos y todo lo demás y no nos hemos dado cuenta de que ha habido un desplazamiento de los agentes sociales y de los puntos de interés".

Y es que, a su juicio, "está desapareciendo la centralidad que tenían los periódicos a la hora de formar la opinión pública; estamos en un mundo más complejo, globalizado, sin jerarquías, donde no hay uno que enseña y los demás aprenden o uno que manda y los demás obedecen o uno que opina y los demás siguen la opinión..."

Para Cebrián, "tenemos que cambiar desde los modelos de negocio hasta la manera de hacer el periodismo; el periodista es un mediador entra la realidad y los lectores, y el mundo de Internet es un mundo sin mediadores".

También surge la polémica en la conversación -recogida dos domingos seguidos por la defensora de los lectores de "El País", Milagros Pérez Oliva-, de los lectores que se quejan por entender que los medios de Prisa atacan al Gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero por haber aprobado la TDT de pago.

Ante esto, lo primero que hace Cebrián es preguntarse "¿cuántos periódicos hay en España, ya no voy a decir en Europa o en el mundo, que publiquen por dos semanas seguidas autocríticas de este género; cuántos directores o empresarios permitirán eso en su propio periódico...?"

Después encamina la respuesta: "Hay que atender a las quejas de los lectores, pero también hay muchos lectores que no se quejan y están satisfechos".

Y finalmente asevera: "No veo ningún tipo de cambio editorial en el periódico, que lo que ha criticado fundamentalmente es la impericia del Gobierno en el tratamiento de la crisis económica, la viene criticando desde hace muchos meses".

El consejero delegado de Prisa añade que "estamos a favor de la TDT de pago, pero estamos en contra de que se gobierne por decreto ley, que es algo que desdice los usos y costumbres parlamentarias, salvo cuando sea verdaderamente necesario y urgente hacerlo".

Cebrián insiste en que su grupo está en contra "del menosprecio o el deterioro de la institucionalidad democrática, y vamos a seguir estando en contra, con este Gobierno, con el que venga; como lo hemos estado con el anterior y todos los anteriores".