Este artículo se publicó hace 15 años.
Jordi Savall rinde homenaje a la música celta de Irlanda y Escocia
El violagambista Jordi Savall rinde homenaje a la música celta de Irlanda y Escocia en un disco de nueva publicación, fruto de varios años de estudio de ese rico legado, que se ha presentado en Londres.
Savall, que se encuentra en la capital británica, donde el jueves ofreció junto a su hijo, Ferran, un recital con motivo de la Diada de San Jordi patrocinado por la Generalitat y el institut Ramon Llull, explicó a Efe que hay más de diez mil melodías clasificadas de esas naciones.
"He hecho algo parecido a cuando incorporé al repertorio de la Corte y la Iglesia la música de los sefardíes", dijo el intérprete y musicólogo catalán.
"Esa música celta de tradición oral tiene un enorme poder emocional y una gran belleza y no necesita un gran aparato sino que destaca en un contexto de intimidad", agregó.
"Es una música -señaló Savall- que se toca muchas veces con violín, pero que funciona maravillosamente para viola. Normalmente se escucha como música pop, y está muy bien, pero yo he querido volver a la simplicidad de sus orígenes".
Según Savall, muchos han dudado de que la música compuesta para un instrumento solo sea completa y así, por ejemplo, "Robert Schumann hizo un acompañamiento para las suites para violonchelo solo de Bach y hubo que esperar al gran Pau Casals para escucharlas interpretadas sólo por ese instrumento".
El músico catalán, que pasó tres años seleccionando las melodías, explicó que con el descubrimiento de un manuscrito como el Manchester Gamba Book, con sus más de treinta maneras diferentes de afinar la viola -y muy en concreto el llamado afinado de gaita (bagpipe tuning)- comprendió que "también en el caso de la viola se habían olvidado las relaciones con una antigua tradición celta".
Savall estudió las recopilaciones del siglo XVII y XVIII de músicas escocesas e irlandesas y así pudo descubrir la extraordinaria riqueza de las colecciones de música reunidas por George Farquhar Graham, William Bradbury, O'Neill, P.W. Joyce y otros.
El nuevo disco, titulado "La Viola Celta" y en el que Savall está acompañado al arpa irlandesa por Andrew Lawrence-King, contiene aires y danzas de O'Carolan, Simon Frasr, Niel Gow, James Macpherson y William Marshall, así como otras tradicionales tanto irlandesas como escocesas.
El disco se grabó en el monasterio medieval de Pere de Rodas, en la provincia catalana de Girona, y ahora Savall pretende llevar esas melodías a distintas ciudades del mundo.
La primera será la austríaca de Graz, a cuyo festival, en el mes de julio, el músico catalán ha acudido varias veces y donde el fundador de Hesperion XX, La Capella Reial de Catalunya (1987) y Le Concert des Nations, ha presentado ya su famoso "Jerusalén".
El primer disco del proyecto de "La Viola Celta" está interpretado por él con la llamada "viola soprano" y ahora Savall quiere acometer un segundo volumen, según explicó, en el que tocará la "viola baja", un instrumento que se distingue de aquélla y de la viola tenor por su tesitura.
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