El secretario general del grupo socialista en el Congreso, Ramón Jáuregui, ha considerado hoy, en alusión al atentado de la pasada madrugada en Getxo (Vizcaya), que ETA está "volcada en hacer actos terroristas pero también más limitada operativamente" que en tiempos anteriores.

Según ha dicho en una entrevista en Radio Euskadi recogida por EFE, Jáuregui no cree que haya actualmente "una ofensiva terrorista como la que se produjo tras ruptura de la tregua del 99", cuando ETA tenía "una capacidad operativa mayor" y "sufrimos 45 muertes en dos años y medio", ha recordado.

A su juicio, la colocación de coches bomba "desde el punto vista operativo es más fácil" y estos atentados "sólo se resolverán cuando se detenga al comando que los está realizando".

Para Jáuregui, las reacciones tras el atentado de Legutiano y en torno al acto de ayer en homenaje a las víctimas "acreditan una unidad simbólica, formal".

Ha lamentado, sin embargo, que "desgraciadamente algunas líneas en la estrategia antiterrorista no están plenamente asumidas en el conjunto de las fuerzas políticas vascas", como la ilegalización de Batasuna.

En su opinión, "deberíamos llegar en el marco de las fuerzas políticas vascas al principio de que con violencia no puede haber política" y eso "no está claro", por ejemplo, en "el planteamiento del lehendakari", ya que "la petición que acaba de hacer" de "un diálogo con ETA parece anacrónica" e "inoportuna".

A su juicio, la tarea de la deslegitimación de la violencia "tampoco ofrece por parte del espectro político vasco toda la complicidad necesaria".

Respecto a la reunión de mañana entre Ibarretxe y Zapatero, Jáuregui ha asegurado que por parte del Gobierno español hay "predisposición" al acuerdo en "lo más urgente, la lucha contra terrorismo", y en materia de grandes infraestructuras y actuaciones económicas y tecnológicas, pero en torno a la hoja de ruta del lehendakari "hay menos posibilidades de entendimiento".

Ha considerado, además, que utilizar para esa entrevista los "papeles" de Loiola que "probablemente" hubo en las conversaciones que mantuvieron PSE-EE, PNV y Batasuna durante la tregua de ETA no corresponde a "una actitud de lealtad" por parte del lehendakari.