Este artículo se publicó hace 13 años.
La izquierda minoritaria llama al PSOE a sumarse a la consulta
CiU da por roto el pacto constitucional y el PNV cree "ineficaz e innecesaria" la reforma
Frente al bloque socialista y conservador favorable a incluir un mandato contra el endeudamiento público en la Constitución, el resto de la oposición se compactó en sus críticas y, con mayor o menor apasionamiento, en el apoyo a dar la última palabra a los ciudadanos en un referéndum.
CiU fue la primera en subir a la tribuna el rechazo a la propuesta. "Proceden sin contar con nosotros, actitud que significa una ruptura del proceso constituyente", recriminó su portavoz, Josep Antoni Duran i Lleida, a derecha e izquierda. Poco dado a los adjetivos, Duran hizo una excepción al tachar de "esperpéntico" el procedimiento de PSOE y PP para acordar "con nocturnidad y alevosía" una modificación "haciendo añicos el consenso constitucional".
El portavoz catalán recrimina a PSOE y PP que no hayan contado con CiU
Compartiendo turno en contra, el portavoz de ERC, Joan Ridao, arrancó reclamando el "derecho a una consulta ciudadana". "Temen la voluntad y escrutinio de los españoles", reprochó a los promotores de la reforma, a los que acusó de seguir "la pauta neocon de la derecha europea, de Aznar, que es el verdadero padre de la reforma".
"Sin consulta, no"Gaspar Llamazares, de IU, elevó el rechazo más encendido. "Termino, señorías, planteando que se rebelen. Podríamos hacer un acto de dignidad. Decir que de esta manera, no. Sin participación popular, no. Al margen de la participación y la intervención parlamentaria, no. Desde los mercados que nos imponen una nueva soberanía, tampoco", apeló a la bancada del PSOE, tratando de romper su granítica disciplina parlamentaria, sometida ayer a prueba.
Las minorías de izquierda creen que la reforma se pliega a los mercados
El portavoz de IU denunció la reforma como un "golpe a la Constitución". Con esta denuncia cerró su intervención dando paso a una breve réplica de los portavoces socialista y conservador, que evitaron abordar la eventualidad de un referéndum.
El PNV prosiguió el debate anunciando su rechazo a la modificación. "Supone un atropello a los procedimientos democráticos, es irrespetuosa con la estructura compuesta del Estado, ineficaz, innecesaria y antieuropea", la definió Josu Erkoreka.
"Hoy es un mal día para la democracia", comenzó el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, que echó en cara a PP y PSOE que "eleven a norma constitucional las exigencias de los especuladores" y emplazó a todos los diputados "demócratas y progresistas a que tengan la valentía de hacer posible un referéndum". La "soberanía reside en los mercados", reescribió irónico el artículo 1 de la Constitución el portavoz de CC, Fernando Ríos, justificando su abstención. "¡Cómo hemos cambiado, sobre todo algunos!", recriminó al PSOE el diputado de UPN Carlos Salvador, que votó a favor.
UPyD se pregunta "si no hay 35 diputados que voten en conciencia"
"Me pregunto si no habrá 35 ciudadanos dispuestos a votar en conciencia", retó Rosa Díez. "Espero que haya 35 ciudadanos que obliguen a que el 20 de noviembre haya una tercera urna", invocó la portavoz de UPyD en favor del referéndum, que puede forzar un 10% de diputados (35) o senadores (26). Desde NaBai, Uxue Barkos consideró la reforma "inadmisible desde el sentido común".
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