Este artículo se publicó hace 13 años.
Irán eleva el tono a una semana de reanudar el diálogo nuclear en Estambul
Irán endureció hoy su tono en la disputa nuclear apenas una semana antes de retomar el diálogo con las grandes potencias en Estambul, previsto para los próximos 21 y 22 de enero.
El ministro interino de Asuntos Exteriores, Ali Akbar Salehí, volvió a advertir que su país no piensa discutir en la ciudad turca, bajo ningún concepto, su sospechoso programa de desarrollo atómico.
Mientras tanto, el representante de la República Islámica ante el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Alí Asghar Sultaniyé sugirió que para las grandes potencias se trata de una "última oportunidad".
La reunión de Estambul "es una oportunidad histórica" para que las potencias occidentales retomen el diálogo. "El tiempo no pasa en su favor y deben aprovechar esta oportunidad", señaló en declaraciones recogidas por la prensa francesa.
Sultaniye, a quien también citó la televisión estatal iraní Al Alam, volvió a insistir en que su país no tiene intenciones bélicas y advirtió que es posible que el Parlamento iraní no acepte ahora un acuerdo para el intercambio de uranio.
"Una vez instaladas las barras de combustible en el núcleo del reactor de Teherán, posiblemente la Cámara no permita al Gobierno negociar de nuevo la posibilidad de enviar el uranio a Turquía o a otros estados", afirmó el responsable, que acusó a las potencias de falta de cooperación.
"Si esto es así, Irán proseguirá con su programa para producir" uranio enriquecido al 20 por ciento, agregó.
Gran parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos e Israel a la cabeza, acusa al régimen iraní de ocultar, bajo su programa civil, otro de naturaleza clandestina y ambiciones bélicas cuyo objetivo sería adquirir armas atómicas, alegación que Teherán refuta.
Las sospechas se centran, sobre todo, en el programa de enriquecimiento de uranio de Irán, país que ha advertido que bajo ningún concepto renunciará a este derecho.
El régimen iraní rechazó a finales de 2009 una propuesta de Moscú, Washington y Londres para enviar parte de su uranio al exterior y recuperarlo tiempo después enriquecido al 20 por ciento, en la condiciones aptas para alimentar su reactor de investigación en Teherán
Sin embargo, en mayo de 2010 rubricó un acuerdo similar con Brasil y Turquía que no ha sido aceptado por la mayoría de la grandes potencias.
Las sospechas bélicas se agudizaron en febrero del pasado año, después de que Irán desoyera las advertencias y decidiera enriquecer uranio por sus propios medios, lo que le supuso una nueva ronda de sanciones de la ONU.
En diciembre pasado, tras 14 meses de interrupción, retomó el diálogo con el denominado grupo 5+1, integrado por los miembros permanente del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas más Alemania.
Las conversaciones se reanudarán la próxima semana, aunque Salehí volvió hoy a advertir que su país no está dispuesto a hablar de su programa nuclear, ya que éste debe ser discutido únicamente con el OIEA.
"No reconoceremos de ninguna manera la negociación si la otra parte quiere hablar del a cuestión nuclear" iraní, dijo en un entrevista con el diario local "Iran".
"El OIEA, de acuerdo con las regla internacionales, es la única autoridad para juzgar a los estados miembros", agregó antes de insistir en que dialogar sobre ello con el 5+1 "carece de sentido".
El único que trató este miércoles de atemperar el ambiente fue el portavoz del ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Ramin Mehmanparast, quien señaló que los embajadores de la OIEA invitados a visitar las instalaciones nucleares iraníes "pueden traer a sus expertos".
La invitación ha sido rechazada por Estados Unidos, que la ha tildado de "payasada", y por la Unión europea, que insiste que es trabajo de los inspectores.
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