El Inter fue el gran favorecido de los líderes europeos y aumentó a once puntos su ventaja sobre el Roma, en un fin de semana en el que el Bayern mantiene el primer puesto en Alemania, gracias al italiano Luca Toni, y el Burdeos se situó a un punto del Lyon, con una sorprendente goleada en Mónaco (0-6).

Nadie le discute ya el título al equipo de Roberto Mancini, que a falta de quince jornadas tiene once puntos de ventaja sobre el Roma y doce más que el Juventus.

El sábado, donde se decidió lo más importante de la jornada, al adelantar los grandes sus partidos por su participación en la Liga de Campeones, la próxima semana, el Inter venció al Livorno, gracias a dos goles del hondureño David Suazo, y el Juventus derrotó al Roma, con un tanto de Alessandro del Piero.

Un día después, la atención la acaparó el derbi "de la linterna", en el que "resucitó" Antonio Cassano, el mejor del duelo entre el Sampdoria y el Génova, que se adjudicaron los primeros gracias a un tanto de Maggio (m.88), después de una buena jugada del "talentino".

En Alemania, el Bayern es líder gracias a su goleador italiano, Luca Toni, que sumó en Hannover su segundo "triplete" goleador de la temporada.

Toni, por el que el Bayern pagó este verano 11 millones de euros, ha marcado 13 tantos en 20 partidos de la Bundesliga y 22 en 26 del total de competiciones que ha disputado con los bávaros.

Gracias a sus tres goles, el equipo que dirige Ottmar Hitzfeld mantiene tres puntos de ventaja sobre el Werder Bremen, que el sábado venció por 2-0 al Nuermberg y que confiaba en que el Hannover le echase una mano un día después.

En Francia, por último, el Girondins de Burdeos dio un contundente golpe de mano, gracias a su escandalosa goleada sobre el Mónaco, en el Principado (0-6).

Animado por el nuevo tropiezo del Lyon, que el sábado perdió el cuarto partido de la temporada en Le Mans (1-0), el equipo de Laurent Blanc aplastó al Mónaco (0-6), con goles a pares, incluidos, del argentino Fernando Cavenaghi y de Johan Micoud, los artífices del resurgir girondino.

Todo sucedió a partir del minuto 50, cuando abrió el marcador Cavenaghi y el Mónaco se desmoronó, empujado también por la expulsión del uruguayo Diego Pérez, en el minuto 65.