Este artículo se publicó hace 15 años.
Industrias piden que la UE no se entrometa en la fijación de los precios lácteos
El presidente de la asociación de industrias lácteas europeas, la EDA (siglas en inglés), Werner Buck, ha pedido hoy que "la Unión Europea (UE) no se inmiscuya en las relaciones y en los contratos entre los productores y transformadores para la fijación del precio de la leche".
Buck ha afirmado, ante la comisión de Agricultura del Parlamento Europeo (PE), que en la actualidad "no hay motivo alguno para intervenir en el mercado de la leche cruda" y se ha mostrado en contra de que haya una regulación a escala comunitaria sobre los contratos entre los ganaderos y las industria lácteas.
"La UE no puede imponer un contrato común para el sector (europeo), porque su estructura está muy diversificada, una política así no sería eficaz y distorsionaría el mercado de la leche", ha remarcado Buck.
Asimismo, ha agregado que los precios son el resultado de acuerdos entre productores y transformadores.
Por el contrario, el representante de las industrias ha pedido a las instituciones de la UE que estudien la posibilidad de un "programa de intervención con una red de seguridad", que funcionaría cuando los precios llegaran "a determinados umbrales", demasiado bajos o demasiado altos.
No obstante, ha apuntado Buck, ese tipo de ayudas servirían para "reducir los riesgos" pero no para cambiar los precios.
El responsable de la EDA ha asegurado que "todos los indicios ponen de manifiesto que el mercado de la leche funciona bien", aunque ha reconocido que en la actualidad es algo "frágil", por lo que ha pedido que no salgan al mercado las existencias de lácteos que permanecen guardadas en los almacenes públicos de la UE.
En cuanto a la volatilidad de las cotizaciones en la leche, Buck ha dicho que cuando se produce de forma moderada es "algo deseable" para la marcha del mercado, pero no cuando es "excesiva".
Los precios de la leche se han desmoronado en el último año y se han situado entre los 20 y 25 céntimos por litro.
La EDA se opone a "iniciativas" en los países que puedan provocar una "nacionalización" de las políticas lecheras y "diferencias" en las subvenciones.
Esta Asociación representa a más del 90 por ciento de las industrias transformadoras de leche de la UE y entre sus socios tiene a la federación española Fenil.
Por otra parte, Buck ha remarcado que los transformadores tienen muy poco control en los costes de producción como la energía o el de los envases, en tanto que los ganaderos mantienen su poder si están en cooperativas.
Buck también se ha opuesto a la idea de un etiquetado obligatorio del origen nacional de la leche porque las industrias tienen "muchos suministradores" y esa exigencia, a su juicio, sembraría confusión para el consumidor.
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