Este artículo se publicó hace 16 años.
La indignación de las víctimas sale a la calle contra la excarcelación de De Juana
La indignación de las víctimas del terrorismo salió ayer a la calle al tiempo que lo hacía el etarra José Ignacio de Juana Chaos después de 21 años en prisión, quien optó por no regresar de momento a su casa de San Sebastián para evitar la expectación mediática que allí le esperaba.
El ex dirigente de ETA salió por la puerta de la cárcel de Aranjuez (Madrid) a las 7,26 horas del sábado tras cumplir una última condena de tres años por un delito de amenazas y lo hizo acompañado por su esposa Irati Arantzabal, con la que se casó en el penal, y sus dos abogados, Jone Goirizelaia y Álvaro Reizabal.
Se le esperaba en San Sebastián, pero finalmente decidió no acudir para evitar lo que él calificó de "circo mediático" y así se lo transmitió a los simpatizantes de su causa, que habían organizado un acto de recibimiento en la parte vieja de la capital guipuzcoana, a los que hizo llegar una carta que se leyó en voz alta.
Mientras él "se perdía" en algún punto de su camino hacia la capital donostiarra, allí, decenas de personas, también a mediodía y convocadas por la asociación Dignidad y Justicia, se concentraron para protestar por la puesta en libertad de De Juana y rendir un homenaje a todas las víctimas del terrorismo.
Lo hicieron junto al monolito situado en los jardines de Alberdi Eider en memoria de todas las víctimas, y estaban, entre otros, el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti, y la portavoz de UPyD, Rosa Díez.
La vicepresidenta de Dignidad y Justicia, Sonsoles Arroyo, tomó la palabra y se refirió a los terroristas como "escoria" antes de hacer un llamamiento para acabar con la "impunidad" de los etarras.
A la misma hora, en Madrid, al lado de otro monumento también en recuerdo de las víctimas, situado en la plaza de la República Dominicana, donde De Juana mató a doce guardias civiles en un atentado con coche-bomba, se congregaron numerosas personas, incluida la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.
Habían sido emplazadas por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), cuyo presidente, Juan Antonio García Casquero, aseguró durante su intervención que el Gobierno "podía haber hecho más" para evitar la excarcelación del etarra.
Al término del homenaje, en el que se escucharon insultos contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, la secretaria general del PP puso de relieve que la salida de la cárcel de De Juana después de pasar 21 años en prisión por 25 muertes, "obliga a cambiar leyes" para que respondan a la sensibilidad de los ciudadanos ante este tipo de casos.
El que fuera jefe del "comando Madrid" en una de sus etapas más sangrientas fue condenado a más de 3.000 años por el asesinato de 25 personas: 17 guardias civiles, cinco militares, un soldado, un policía nacional y un ciudadano estadounidense que "pasaba por allí".
De esa pena, el etarra cumplió 18 años de un máximo de 30 que establecía el anterior Código Penal de 1973, ya que se benefició de varias redenciones por su "rendimiento intelectual" y los títulos universitarios que ha obtenido en la cárcel.
Después, cuando su puesta en libertad estaba próxima, en 2005 fue condenado a otros tres años de cárcel por las amenazas vertidas contra cinco responsables de prisiones en varios artículos publicados en el diario "Gara".
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