Este artículo se publicó hace 15 años.
Hynde, 30 años detrás del sueño del rock
La líder de 'The Pretenders' regresa a sus orígenes americanos en un nuevo disco
Hay muy pocas mujeres al frente de una banda de rock, pero Chrissie Hynde pasará a la historia como la única capaz de aguantar 30 años sobre los escenarios. La cantante y líder de The Pretenders, el grupo que conquistó a varias generaciones de jóvenes saltando del punk al new wave y del pop pegadizo al rock de garaje, viajó a Madrid para promocionar Break Up The Concrete, su nuevo disco de estudio tras ocho largos años de silencio.
Hynde (Akron, Ohio, 1951) sigue al pie de la letra los patrones de las estrellas del rock: gasta vaqueros ajustados, carraspea y saluda chocando el puño. Deslenguada y segura de sí misma, es el prototipo de mujer autosuficiente: luchó por formar una banda tras ser rechazada en varios grupos, viajó por los suburbios de Londres "para seguir el sueño del rock, eso que desprendía Iggy Pop" y trabajó de dependienta para Malcolm McLaren, el manager que lanzó a Sex Pistols. Hasta se enrolló con Ray Davis, su ídolo en la adolescencia, antes de casarse con Jim Kerr, de Simple Minds.
De resaca en la grabaciónEl éxito le llegó a partir de 1979 y, con él, los problemas. Necesitaba una banda, pero ella se bastó sola. Sus punzantes, melódicos y pegajosos Pretenders llegaron en el mejor momento, pero su ex novio, el guitarrista James Honeyman-Scott, falleció en 1982 por sobredosis, al igual que el bajista,Peter Farndon, al año siguiente. Muy lejos queda todo aquello. "Fue una locura, pero lo peor fue que pasamos demasiado tiempo en el estudio. Las discográficas se gastaban mucho dinero. Led Zeppelin hizo su primer álbum, uno de los mejores de la historia, en tres días. Hoy, la gente ha vuelto a lo esencial, no se busca la toma perfecta sino que se apuesta por grabaciones directas, más reales", comenta.
A Hynde se le encienden los ojos cuando habla de su noveno disco de estudio: "Lo grabamos en cuatro semanas y tiene un sonido fresco, espontáneo, más americano, pero con ese punto áspero tan nuestro", afirma.
El secreto es la química entre los componentes. Con el batería Jim Keltner a la cabeza, el grupo ha recuperado el ímpetu de sus años mozos. "Estábamos de resaca todo el día en la barra del bar del hotel. Nos emborrachábamos con Morrisey y con Jeff Beck y, luego, a grabar como locos. No hay nada más grande que formar parte de una banda".
"El rock no sabe de sexos"Break Up The Concret (Warner) es "un disco que habla de lo mismo de siempre, es decir, de hombres y de la sociedad" es ferviente militante de la lucha contra el maltrato de animales, que viene en doble CD junto a una recopilación de 22 clásicos de la banda. "Fue cosa de la discográfica. Ahora se dedican a suplicar a la gente que compre discos. Llevo ya mucho tiempo en esto como para decir por favor, compra mi disco. La industria se hunde, pero a mí siempre me ha divertido comprar discos. El otro día, en casa de mis padres, encontré algunos que tenía en casa y pasé el día recordando dónde y por qué los compré. Fue alucinante".
Antes pionera, hoy superviviente, Hynde no comparte la etiqueta de abanderada del rock femenino: "El rock no entiende de sexos. El mundo ahora es más abierto, si no hay más rockeras es porque no quieren", ironiza.
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