Este artículo se publicó hace 15 años.
Hungría rinde honores póstumos al coronel Ferenc Puskás
Hungría, a través de uno de sus documentalistas más prestigiosos, Tamás Almási, ha tributado un homenaje póstumo al legendario futbolista Ferenc Puskás (1927-2006), coronel del ejército húngaro, mediante un documental sobre su vida que se ha estrenado hoy en España dentro del Festival de Valladolid.
Una vida de película: "sería más difícil crear una historia mejor que la suya" -en palabras de Almási a la Agencia Efe- resume e largometraje titulado "Puskás Hungary", proyectado dentro de la sección Tiempo de Historia de la 54 Semana Internacional de Cine de Valladolid (Seminci).
Los testimonios de grandes genios de la historia del fútbol como Pelé, Alfredo Di Stéfano y Franz Beckenbauer hilvanan un documental que fundamentalmente se nutre de grabaciones de radio y televisión, recortes de periódicos, cartas y otros recuerdos aportados por familiares, amigos y compañeros del delantero del Real Madrid.
"Amaba la vida y la vivió hasta su último aliento. Tenía un gran corazón y ayudó a todo el que se lo pidió", ha añadido el autor de la cinta acerca de quien en su propio país pasó de ser considerado un traidor a la patria, a constituir "un icono, un modelo a seguir en la Hungría de ahora".
Después de la invasión de Rusia a su país, en 1956, Puskás y otros compañeros de su entonces equipo, el Honved de Budapest. aprovecharon un viaje a España para desertar de la dictadura comunista, por lo que fue catalogado como traidor junto a Kocsis y Czibor, con quienes formó parte de la mejor selección de la historia de Hungría, reina sin corona que en 1954 perdió de forma sorpresiva, ante Alemania, la final del Campeonato del Mundo celebrado en Suiza.
Su vida estuvo "plagada de giros y situaciones interesantes" y con el fútbol "logró todo lo que era posible", incluso el pleno triunfo cuando a los 31 años, después de dos sin jugar debido a la sanción que la FIFA le impuso por su deserción, comenzó una nueva etapa en el Real Madrid, adonde llegó en baja forma y con sobrepeso.
En esta nueva etapa, Puskás pasó a llamarse Pancho y "Cañoncito Pum" tanto por la dureza como por la eficacia artillera de su pierna izquierda en la mítica delantera que formó junto a Kopa, Rial, Di Stéfano y Gento, con quienes alzó cuatro Copas de Europa, una de ellas (1960) después de endosar él mismo en la final cuatro tantos al Eintranch de Francfort (7-3), hasta la fecha sin precedentes.
"Nadie ha logrado nada parecido", ha insistido Tamás Almási, autor de un documental que representa un homenaje más en la línea de restauración y recuperación de la imagen de un personaje, Puskás, que regresó a su país en 1992 tras un largo periplo como entrenador en España, Estados Unidos, Canadá, Egipto, Chile, Grecia, Paraguay y Australia, comprendido entre 1966 y 1992.
El Estadio Nacional lleva su nombre en Budapest, en uno de cuyos arrabales vino al mundo, al igual que numerosas calles y una academia de fútbol como tributo a quien en 1995 fue ascendido al grado de coronel y cinco años después enfermó gravemente.
Un año antes de su muerte, acaecida ésta en 2006, Puskás recibió un homenaje del Real Madrid -club en el que se retiró en 1966- durante un amistoso que el conjunto blanco disputó en la ciudad de Budapest el 14 de agosto de 2005.
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