Este artículo se publicó hace 13 años.
"Hoy es el día de mi primera muerte"
Ronaldo anuncia su retirada por las lesiones con 34 años
Acribillado por el bisturí, exhausto después de exigirle a sus articulaciones un esfuerzo más, Ronaldo Nazario de Lima (Río de Janeiro, 1976) pidió ayer clemencia. Es un lesionado terminal. Así que se aplicó la eutanasia deportiva y desconectó los cables que le mantenían unido a lo que más le ha hecho disfrutar en la vida: el fútbol. Como si de un certificado de defunción se tratara, el genio brasileño notificó ante los medios en São Paulo el fin de su carrera: "Es mi primera muerte. Perdí con mi cuerpo. Doné mi vida al fútbol".
El máximo goleador en la historia de los Mundiales anunció ayer entre lágrimas el punto final a su trayectoria. Su físico ya no le permite plasmar sobre el césped lo que su imaginación le sugiere: "Tu cabeza piensa una cosa. Regateas al zaguero pensando en superarlo en velocidad, porque siempre lo has hecho, y no puedes", reconoció Ronaldo, acompañado por su dos hijos.
Este delantero insaciable se ha vestido de corto para dibujar goles como el de aquella noche en el estadio de San Lázaro en Compostela. Pura potencia, regate endiablado. Los que compartieron vestuario con él aseguran que aún era más rápido cuando corría con la pelota pegada a la bota que en el trote normal. Ahora siente dolor "hasta para subir una escalera". Las lesiones han cercenado la carrera de uno de los mejores nueves de la historia. Logró 423 goles en algo más de 600 partidos. Ganó dos Copas del Mundo, es el segundo anotador de su selección, sólo superado por Pelé, fue elegido tres veces mejor jugador de la Fifa y en dos ocasiones Balón de Oro. Los mejores equipos de Europa PSV, Barça, Inter, Madrid y Milán disfrutaron de su voraz apetito dentro del área.
En uno de sus vertiginosos requiebros en Italia su rodilla hizo crack. Tras meses de rehabilitación, volvió al césped y de nuevo la articulación estalló. La recompensa llegó con su espléndida etapa en el Real Madrid después de un afán desmedido por sentirse competitivo. A los segundos de pisar el Bernabéu, marcó su primer gol.
A pesar de su sobrepeso, completó temporadas notables en la casa blanca. Ayer justificó los kilos de más por un problema de hipotiroidismo que le ralentiza el metabolismo. Sólo el consumo de sustancias prohibidas, según dijo, lo hubiera paliado.
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