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Homófobo, racista y antifeminista: el perfil del líder de Vox que puede acabar como vicepresidente de Castilla y León

Juan García-Gallardo oculta un reguero de exabruptos ultra a través de las redes sociales. Abogado de formación, varios másteres, gran aficionado a la hípica, su trayectoria de privilegio está trufada por continuas salidas de tono en Twitter.

El candidato de Vox a la presidencia a las Cortes de Castilla y León, Juan García-Gallardo, en un acto de campaña electoral, en la Plaza de Toros de Segovia, a 3 de febrero de 2022, en Segovia.
El candidato de Vox a la presidencia a las Cortes de Castilla y León, Juan García-Gallardo, en un acto de campaña, en la Plaza de Toros de Segovia, a 3 de febrero de 2022, en Segovia. Nacho Valverde / EP

No falla. La hemeroteca siempre al quite para desenmascarar lo que el velo de la política profesional trata de ocultar. Y es que Juan García-Gallardo, el candidato en Castilla y León que ha obtenido un histórico resultado para la formación ultraderechista –pasando de un procurador en 2019 a 13– porta, pese a su juventud y su sonrisa diáfana, una mochila a cuestas.

Una mochila que contiene un par de másteres en la Pontificia de Comillas pero también, y sobre todo, una ristra de comentarios homófobos, racistas y antifeministas que nos permiten constatar que el joven García-Gallardo, al que "se le está poniendo cara de vicepresidente", tal y como vociferó este domingo desde la tribuna un eufórico Abascal, tiene un pasado ultra.

"Me parece una gran idea recuperar a Raul para la Eurocopa. Hay que heterosexualizar ese deporte repleto de maricones", esgrimía García-Gallardo en su cuenta de Twitter, una auténtica mina de exabruptos ultra que tuvo a bien borrar al poco de conocer su candidatura para los comicios.

Pero vayamos por partes. Entendamos quién se esconde tras ese reguero de regüeldos ideológicos vertidos en Twitter a lo largo de los últimos años. De origen burgalés, García-Gallardo es hijo de un prestigioso penalista del que heredó, por cierto, tanto su nombre como su oficio. Se formó en la ya mencionada Universidad Pontificia de Comillas, donde se graduó en Derecho con diploma en International Legal Studies, y donde cursó, además, el doble máster de Acceso a la Abogacía y Derecho de Empresa (Icade-Deusto).

Gran aficionado a la hípica, disciplina de la que ha sido campeón de Castilla y León en numerosas ocasiones, en su currículum destaca su papel como defensor del que fuera presidente de las Cortes de Castilla y León, José Manuel Fernández Santiago, cuando fue llamado a declarar por el Tribunal Superior por delitos de prevaricación y cohecho en la trama Gürtel.

En paralelo a su exigua trayectoria profesional, Juan García-Gallardo tuvo a bien convertir su timeline de Twitter en una oda a las ideas ultra que propaga Abascal y los suyos desde sus respectivas tribunas. Con cierta fijación por la homosexualidad, los tuits de este joven abogado que podría acabar como vicepresidente de Castilla y León, no han pasado desapercibidos para muchos tuiteros que no han dudado en preservar la huella filofascista del joven García-Gallardo antes de ser lo que ahora es; el mirlo blanco de Vox en Castilla y León.

Y, en efecto, a la vista de sus comentarios, no cabe duda de que Abascal y los suyos pudieron detectar la afinidad del joven abogado con el argumentario de su partido. Homofobia a espuertas, antifeminismo de barra de bar y –no podía faltar– el racismo habitual de los postulados ultraderechistas.

En noviembre de 2020 contestaba a un tuit de la Comisión Europea y repetía uno de los mantras ideológicos de Vox, vinculando agresiones sexuales y violencias machistas con migración. "Hola Comisión Europea, ¿decir que en España la mitad de los delitos de violencia de género los cometen inmigrantes, que son el 10% de la población, es un estereotipo racista? ¿O es una realidad que debemos solucionar?", publicaba.

Mario Conde como referente

Otra perla de la hemeroteca es ver un vídeo recuperado recientemente por El Informal en el que un bisoño Juan García-Gallardo reivindica la figura de Mario Conde en octubre de 2011 y pone en duda los delitos por los que fue condenado en su día.

Una cara oculta, la de Gallardo, que ha ido perfilando a lo largo de muchos años y que ahora el marketing político podría intentar opacar. En cierto modo, todos estos tuits conforman una suerte de biografía no autorizada del rostro de Vox en Castilla y León, un rostro que, si nos atenemos a sus comentarios en redes, está muy lejos de ser taimado y democrático.

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