Este artículo se publicó hace 16 años.
El helenista Ramón Irigoyen cambia la poesía por la novela negra
El poeta, ensayista y traductor Ramón Irigoyen, que recientemente ha sido galardonado en Grecia con el "Premio de Valor Ético por el conjunto de su obra intelectual", ha afirmado a Efe que ha empezado a escribir su primera novela negra, un género que refleja "los crímenes e injusticias sociales de hoy".
Irigoyen considera que "la novela criminal es ahora en el campo literario lo que en su día fue la poesía social", ya que revela las realidades de las que hablan todos los días los medios de comunicación.
Ramón Irigoyen (Pamplona, 1942) estudió Filología Clásica, vivió tres años en Grecia y comenzó su carrera literaria con la poesía, "un género de textos cortos, al igual que los artículos que escribo para diversos periódicos". Sin embargo, reconoce que ahora le hace ilusión pasarse a los textos largos.
"Se debe escribir un texto largo con la misma intensidad y perfección que uno corto", ha explicado Irigoyen, que ha publicado doce libros de poesía, historia y ensayos, siete libros de traducciones, y ha colaborado en 30 diarios españoles e internacionales, escribiendo especialmente sobre temas griegos.
"Mi reto son los textos largos de ficción", dice el escritor, que confiesa con sentido del humor que tiene un problema de disciplina y que ha decidido colocar en su mesa una foto de Ken Follet para inspirarse en la forma de trabajar de este autor de "best-seller".
Ramón Irigoyen, que siempre ha admirado a poetas como Machado o Neruda, ahora ensalza a Ken Follet, del que le llama la atención que antes de comenzar a hacer novelas de mucho éxito hubiera publicado varios libros con pseudónimos para aprender cómo funcionaba el mercado.
Irigoyen, que de momento sólo ha adelantado que su primera novela negra estará ambientada en Madrid y que espera terminarla para el próximo mes de abril, publicó el pasado mes de diciembre la traducción bilingüe "Prometeo encadenado" de Esquilo (Random House Mondadori).
En el prólogo de dicho libro, que está circulando por internet por los comentarios que hace Irigoyen sobre los traductores de griego, el autor sostiene que los helenistas "tienen que desterrar la pronunciación erasmiana del siglo XVI", y "deben leer literatura española, sobre todo en verso, para aprender bien el castellano".
Ramón Irigoyen, que fue profesor de latín en un colegio universitario de Logroño hasta el año 1986 en que se profesionalizó como escritor, cree que los buenos actores españoles también "masacran la poesía al leerla como prosa".
Irigoyen ha añadido a Efe que siente una gran alegría por haber recibido el pasado mes de diciembre, en la isla de Salamina (Grecia), el "Premio de Valor Ético por el conjunto de su obra intelectual", que concede desde 1985 la entidad cultural "To Cafeíno ton Ideón".
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