Este artículo se publicó hace 15 años.
La "guerrilla solar" anima a instalar placas solares alegales
La Fundación Terra promueve instalar pequeñas placas fotovoltaicas para producir energía propia en los hogares
La Fundación Terra promueve la "guerrilla solar", una campaña en la que animan a los ciudadanos a instalar pequeñas placas fotovoltaicas, de carácter alegal, para producir energía que se vierte a la red eléctrica de sus casas, y reducir la factura que pagan, así como las emisiones de CO2.
El "arma" de esta guerrilla es un panel solar con un diámetro de 1,40 por 0,7 metros, al que se ha bautizado como Kit fotónico G120, desarrollado por dos empresas del sector de las renovables, capaz de producir 144 kilovatios por hora anuales, el 10% del consumo eléctrico doméstico por persona en un hogar de tres miembros.
El G120 lleva incorporado un microinversor homologado, "y por tanto seguro" -ha indicado la directora de la Fundación, Marta Pahissa- lo que permite que se conecte directamente a la red eléctrica estándar en cualquier enchufe casero.
La combinación del panel solar y del microinversor para esta conexión, convierten al kit en un producto alegal, pero no ilegal ya que no está destinado a generar electricidad para su venta, aunque pueda encontrarse con barreras normativas por parte de los municipios a la hora de permitir su ubicación, ha explicado Pahissa
En un acto simbólico celebrado en la sede de la Fundación, en el centro de Barcelona, miembros de "guerrilla", cubiertos con una braga antifaz, han conectado a un enchufe doméstico el primero de estos paneles. En pocos minutos, la energía eléctrica generada y que se vierte a la red hace que el contador de la casa vaya más lento, ya que parte del consumo se autogenera.
De momento, es, sobre todo, un producto de "militancia contra el cambio climático"De momento, se han producido 150 placas, que se pueden instalar tanto horizontal como verticalmente, con un precio de 805 euros -de las que ya se han vendido una quincena en ciudades como Barcelona, Bilbao y Almería- y cuyo coste se puede recuperar en unos veinte años, gracias a la energía generada.
Más allá de este ahorro, el kit solar es, sobre todo, un producto de "militancia contra el cambio climático". En su vida útil puede permitir ahorrar hasta 1.084 kilos de CO2, el 10% de las emisiones personales asociadas al consumo eléctrico durante 25 años, con un coste de un euro por cada kilo de dióxido de carbono que se deja de emitir.
Pahissa ha recalcado que esta campaña es un gesto que pretende criticar la burocracia administrativa a la que se enfrentan los ciudadanos que quieren instalar placas fotovoltaicas en sus domicilios "y que son tratados como si fueran grandes empresas".
La directora ha leído un manifiesto reivindicativo en la que ha advertido de que la "guerrilla" utilizará "cuando sea necesario las redes de distribución eléctrica públicas y privadas, con o sin permiso, para compartir con nuestros vecinos la energía verde que generamos, sin percibir ninguna compensación económica".
La guerrilla quiere lanzar un reto al Gobierno español para que sea pionero a la hora de facilitar el acceso de la ciudadanía a las energías renovables en sus casas, con un tipo de placas solares que ya funcionan en países como Holanda y el Reino Unido, donde ya se estudia la posibilidad de implantar paneles de hasta 500 vatios.
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