La Guardia Civil busca en Cantabria y Burgos dos bombas de ETA de 2007

La Guardia Civil está buscando dos bombas colocadas por ETA en septiembre de 2007 en sendas carreteras a la altura de Torrelavega (Cantabria), y la N-1 en los alrededores de Rubena (Burgos).

Ambos artefactos se colocaron en septiembre de 2007

La colocación de los explosivos se remonta al 2 de septiembre de 2007, cuando el 'comando Otazua' de ETA fue el responsable de un colapso de tráfico, en plena "operación retorno", en carreteras del País Vasco, Cantabria, Burgos y La Rioja. La célula etarra colocó varios artefactos y comunicó telefónicamente la existencia de las bombas, lo que obligó a cortar la circulación provocando que miles de automovilistas se vieran atrapados en las retenciones. De esos cuatro avisos, sólo estalló un artefacto de escasa potencia en La Rioja.

La batida, que se ha realizado entre las 9 y las 11 de la mañana, ha sido complicada por las características del terreno, una zona llena de maleza y numerosas plantas de plumeros. En ella, la Guardia Civil no ha encontrada nada aunque si ha llamado la atención y ha alertado a los numerosos conductores que circulaban por la carretera a esas horas.

El comando Otazua declaró la existencia de explosivos en la zona

La decisión de desplegar este operativo se tomó a la vista de las declaraciones tomadas a los miembros del "comando Otazua" de ETA detenidos hace unos días, en las que se aludía a la colocación, en septiembre de 2007, de un artefacto explosivo en esta zona, situada junto a un área de grandes superficies.

En aquella fecha la banda terrorista anunció la colocación de diversos artefactos en varios puntos de España, uno de ellos en Cantabria y más concretamente, en el tramo de la autovía A-67 comprendido entre el túnel a Bilbao-Reinosa y Sierrapando.