Griñán anima a los suyos a evitar la hegemonía de la derecha

José Antonio Griñán se convirtió ayer por primera vez en candidato a la presidencia de la Junta. Es un cargo que ya ocupa, pero al que llegó tras la dimisión de su antecesor, Manuel Chaves, en abril de 2009. Griñán ha liderado al Gobierno andaluz en medio de una tormenta, con la crisis cebándose con el empleo y el caso de los ERE castigando a los socialistas. En paralelo, ha ido afianzando trabajosamente su liderazgo en el partido, un proceso que le ha valido su alejamiento de la vieja guardia. Ayer el comité director, máximo órgano entre congresos, refrendó su liderazgo designándolo candidato por unanimidad para las autonómicas de marzo. No hubo ninguna otra candidatura en un partido que fía toda su suerte a Griñán (Madrid, 1946).

El candidato, tras su designación, animó a los suyos a "multiplicar esfuerzos" para evitar que toda España sea "ocupada por una ola conservadora" hegemónica. Invoca así la excepción del Sur en un panorama azul. Lo que informalmente se llama "la aldea de Astérix" del PSOE, su último gran feudo. Con las encuestas augurando la mayoría absoluta de Javier Arenas y tras un 2011 en el que el PSOE andaluz ha cosechado sus dos primeras derrotas ante el PP, Griñán intentó insuflar ánimo a los suyos defendiendo la obra socialista en la región. También reivindicó la Andalucía que innova y emprende oculta tras los recurrentes titulares del PER y tras los "tópicos" que diseminan los "mentecatos", dijo.

Griñán fue arropado en Sevilla por Manuel Chaves, con el que compartió abrazo, y Marcelino Iglesias, secretario de Organización, que pidió "unidad, más que nunca", en torno al candidato.