Pertenece a otra época Yago Lamela. El hombre que un invierno,hace ya diez años, sorprendió a todos volando en Maebashi (Japón) hasta 8,56 metros vive en otra realidad. A pesar de encontrarse aún en edad de competir y ver que muchos saltadores de longitud son mayores que él, está muy alejado del atletismo. Vive a caballo entre Asturias y Madrid y sigue centrado en sus estudios para convertirse en piloto de helicópteros. Este personaje irrepetible ni siquiera sabe si verá los Mundiales de atletismo, que comienzan hoy en Berlín.

'Pues la verdad es que ahora no estoy muy puesto. No sé ni quiénes van. Y no sé ni si voy a ver los campeonatos', señala Lamela. A pesar de su desinterés, al menos hay una prueba (aparte de la suya, el salto de longitud) que sí captará su atención. 'Quizá vea los 100 metros y la longitud. Es lo que más me gusta', apunta.

Lamela niega, sin embargo, que se sienta saturado de tanto atletismo. 'No, no acabé saturado. Simplemente, no me apetece ya. No me interesa la dureza de los entrenamientos ni de las competiciones', argumenta el ex saltador. Le comento que la mayoría de los atletas de alto nivel, cuando se retiran, siguen viendo las grandes competiciones por televisión. 'Muy bien, pues me alegro por ellos', responde Lamela, socarrón.

Con 32 años, el asturiano sabe perfectamente que podría estar aún codeándose con la élite mundial, sin embargo, ha perdido las ganas. 'Yo ya estoy completamente retirado. Cuando estás bien, estás muy bien, pero cuando aparecen las lesiones, eso ya es otra cosa. En realidad, yo salté mucho más de lo que pensaba y de lo único que me arrepiento es de que fui muy bruto entrenándome. Demasiada intensidad. Llegué a entrenarme muchos días con molestias. Fui un bestia con mi cuerpo', reconoce.

Sus palabras, las molestias, el desgaste físico hacen mirar hacia Rafa Nadal. 'Bueno, yo no sé exactamente cómo está Nadal. Es difícil opinar. Se verá con el tiempo. El deporte de alta intensidad desgasta. Eso está clarísimo', señala.

Al final, Yago terminará viendo el salto de longitud de estos Mundiales; tampoco es que viva en una burbuja. En Berlín, se prepara un duelo apasionante entre el estadounidense Dwight Phillips y el panameño Irving Saladino. Hay quien ha pronosticado que aquí pueden caer los nueve metros por vez primera. 'Yo no lo creo. Eso es muy complicado. No lo lograron ni Carl Lewis ni Iván Pedroso', replica el asturiano.

Aunque confiesa estar completamente despegado del atletismo español, sí se atreve a opinar. Lamela da su versión de por qué España se quedó sin medallas en Pekín: 'Yo creo que es una cuestión cultural. Los estadounidenses responden muy bien a la presión. Sin embargo, los españoles parece que tenemos que competir en casa para sentirnos arropados'.

Lamela no conoce a Eusebio Cáceres, un alicantino que ha saltado ocho metros justos, con sólo 17 años. 'No le he visto nunca, pero sí lo he oído. La edad es muy relativa: Pedroso, ex campeón mundial, que ha vuelto a entrenarse en Madrid con 36 años. Quiere volver a competir y a mi me parece muy bien. Quizá echa de menos la competición y quiere subirse otra vez a un podio', dice.

Ni siquiera el retorno de Lance Armstrong ha animado a Lamela a volver a competir. 'Yo creo que Lance animó a Pedroso, pero no a mí. Yo no voy a volver, pero eso no quiere decir que yo no haga nada. Yo también me entreno, voy a un gimnasio en Aravaca (Madrid) y ahora mismo estoy en forma, pero no para el atletismo profesional. Hago preparación física, salto con pesas', revela.

A pesar de su desapego por la actualidad atlética, Lamela no es ajeno al fenómeno Bolt. 'Bolt es un extraterrestre. No es normal. En Pekín me asombró desde la primera carrera que le vi, en las eliminatorias. Creo que, si saltara longitud un día, sería capaz de dar un paso de 8,40'.

Sin embargo, para el gran duelo de estos Mundiales, los 100 metros, el plusmarquista nacional de longitud tiene su propia apuesta: 'Yo creo que es probable que gane Tyson Gay, no hay que olvidar que es un tío muy duro en las finales. La verdad es que la final del 100 no hay que perdérsela. ¿Cuándo es?'.

Le contesto que el domingo por la noche y le pido que se moje con España, que opine. 'Yo creo que están siempre los mismos. Necesitamos que salga un fenómeno, un velocista, un saltador, no sé. Y además les falta agresividad en la alta competición. Sólo excluiría a Marta Domínguez y a Paquillo Fernández. Hay que fijarse en los americanos. No hay que tener miedo a ser agresivos'. ¿Es un psicólogo lo que necesitan los atletas españoles?, le pregunto a Yago para terminar. 'No, nada de psicólogos. Necesitan ser agresivos. Y punto'.