Este artículo se publicó hace 15 años.
Las golosinas favoritas no aburren nunca a las mujeres obesas
Las mujeres que no son obesasse aburrirían de comer la misma golosina todos los días, peroeso no sucede en las que tienen sobrepeso.
Un nuevo experimento demuestra que el aburrimiento con lascomidas favoritas no ayudará a adelgazar a los obesos, escribióen un editorial publicado en American Journal of ClinicalNutrition el doctor George A. Bray, del Centro de InvestigaciónBiomédica de Pennington, en Baton Rouge.
El equipo de la doctora Jennifer L. Temple, de laUniversity of Buffalo, en Nueva York, ya había demostrado quelas personas con peso normal que comieron el mismo "snack"todos los días durante dos semanas sintieron que esa comida legustaba menos y les producía menos satisfacción.
El equipo hizo el nuevo estudio para saber si sucedería lomismo en las personas obesas.
Primero, el equipo les pidió a 31 personas obesas y a 27 noobesas calificar 19 alimentos ricos en calorías, como Doritos,papas fritas, caramelos y galletas, según el gusto personal yla frecuencia con la que los consumían cada semana.
Para cada participante, el equipo seleccionó un alimento"objetivo" que más le gustaba y que ya comía entre una y cuatroveces por semana.
El equipo comprobó primero cuán "reforzante" era elalimento preferido al ofrecerles a las mujeres la oportunidadde obtener puntos para ganar ese alimento mediante un juego enla computadora, o de obtenerlos para poder ganar tiempo paraleer las revistas Time y Newsweek.
Luego, les asignaron a cada una la posibilidad de ingerir100 calorías diarias de su golosina favorita durante dossemanas, 300 calorías o nada.
Tanto a las participantes obesas como no obesas quepudieron consumir 300 calorías diarias de su snack favorito,ese alimento ya no les gustaba tanto a las dos semanas.
Aún así, esa comida perdió su capacidad de refuerzo entrelas no obesas y lo aumentó entre las obesas, que jugaban paraganar todavía más comida que al inicio del estudio.
A las mujeres obesas que pudieron consumir las 100 caloríasdiarias, el snack les dejó de gustar, pero no aumentó ni perdiósu capacidad de refuerzo. En cambio, en el grupo de mujeres noobesas, el consumo de 100 calorías diarias de la golosina nomodificó cuánto les gustaba ni cuán reforzante era.
Comer de más y consumir drogas tienen vías cerebralessimilares, lo que explicaría por qué esas mujeres respondieronde distinta manera.
El estudio, concluyó el equipo, demuestra que hacer que lasmujeres obesas consuman el mismo snack todos los días noreducirá finalmente el consumo de ese alimento.
FUENTE: American Journal of Clinical Nutrition, agosto del2009
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