El Gobierno estudia crear más puentes para que nadie se desenganche del sistema educativo antes de tiempo. El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, señaló ayer la intención de su departamento de abrir un debate para saber si es necesario ampliar la educación obligatoria hasta los 18 años. La propuesta obtuvo el respaldo inmediato de sindicatos, asociaciones de profesores y sobre todo, del PP.

La medida rebajaría la problemática tasa de alumnos que una vez acabada la educación obligatoria se lanzan al mundo laboral sin mayor formación que la básica. Son un 30% del total. España es uno de los peores países de la UE en esa clasificación.

El ministro cree que el abandono está relacionado con la rigidez del sistema. 'Me he dado cuenta de que el sistema es muy rígido. El alumno se topa con un muro si no aprueba y no puede volver atrás, no se le reconoce el esfuerzo realizado', explicó Gabilondo en una entrevista en RNE. El ministro avanzó la idea de ampliar el Bachillerato un año más para ampliar la oferta de itinerarios.

La ampliación de la educación obligatoria tiene un ejemplo cercano en Portugal. Allí, la mayoría de los alumnos deja la escuela 'debido a la pobreza, que les obliga a trabajar para ayudar a sostener el hogar, mucho antes de tener la edad legal para hacerlo', explica la experta en pedagogía Manuela Góis. Portugal sufre una de las tasas más altas de la UE en abandono escolar temprano y la medida ha sido aplaudida por los profesores porque ha supuesto un esfuerzo en inversión, informa Mario Dujisin. Por eso Gabilondo señaló ayer este país como un experimento a analizar.

La ampliación del Bachillerato un curso podría ser acordada con el PP en el pacto político y social, según fuentes de Educación. Un curso más de Bachillerato fue exigido sin éxito por los conservadores en la negociación de la LOE (Ley Orgánica de Educación). Aún así, el portavoz de Educación del PP en el Congreso, Juan Antonio Gómez Trinidad, criticó la idea porque consideró inapropiado dar 'todo tipo de facilidades', señaló a Efe.

La reforma del Bachillerato es una tarea pendiente que dejó la ex ministra de Educación, Mercedes Cabrera, tras un varapalo del Tribunal Supremo. Este juzgado tumbó la modificación legal que Cabrera ideó para que los alumnos pasaran de curso con asignaturas pendientes y estudiaran materias de dos cursos de Bachillerato. Gabilondo no retomó la idea. Planteó una solución a mitad de camino. Los alumnos con asignaturas pendientes repetirán curso sólo con las materias pendientes y podrán preparar el curso siguiente con planes de refuerzo.

Los sindicatos apoyan la idea de aumentar un curso el Bachillerato. 'Estamos a favor, pero queremos más alternativas, más facilidades y más autonomía de los centros para diseñar los itinerarios', reclama el secretario general de Educación de CCOO, José Campos.