General Motors (GM) presenta mañana dos expedientes de regulación de empleo para su planta de Figueruelas (Zaragoza): el que contempla recortar 900 empleos de los 7.400 actuales en la fábrica, tal y como prevé su plan industrial, y otro que alargará hasta noviembre el actual expediente temporal, que finaliza en marzo, y que afecta a 600 puestos. Respecto a los despidos definitivos, la compañía aceptó ayer 'minimizar el impacto social'. Atiende así a las demandas de los principales sindicatos, que reclaman medidas como bajas voluntarias y prejubilaciones para evitar despidos traumáticos.

General Motors explicó ayer que cuenta con 'una fórmula' para acometer la reestructuración de la planta de forma 'socialmente responsable'. La dará a conocer mañana, pero pone condiciones a los sindicatos. 'Para alcanzar esta fórmula hay que llegar a acuerdos con el comité que permitan a la planta mantener una posición competitiva', explicó la portavoz de la multinacional norteamericana en España.

La compaía pretende modificar algunos aspectos del convenio colectivo para adaptar la jornada industrial y los turnos a la futura nueva estructura. Los sindicatos discutirán hoy sus posiciones, que darán a conocer mañana. UGT y CCOO se muestran inicialmente abiertos a negociar. 'Si hablamos del convenio, queremos tratarlo en su totalidad', ya que su vigencia finalizó en 2008, puntualizó el secretario general de CCOO en GM, José María Fernando.

El nuevo ERE temporal responde a la intención de la empresa de suprimir en abril el turno de noche hasta noviembre, cuando se recuperaría gracias a la producción del nuevo Meriva.