Este artículo se publicó hace 13 años.
Gestha pide que se prohíban las ventas a corto también en el mercado de deuda
La Asociación de Técnicos del Ministerio de Hacienda (GESTHA) pidió hoy que la prohibición de operar con posiciones cortas en Bolsa (especular con valores a la baja) decidida ayer por la CNMV se aplique también a la deuda pública para evitar escaladas alcistas en la prima de riesgo española como la ocurrida la semana pasada.
La prima de riesgo, el rendimiento extra que exigen los inversores por comprar bonos españoles a diez años en lugar de los alemanes, está hoy en torno a los 268 puntos básicos, pero llegó a alcanzar la semana pasada un máximo intradía de 417 puntos, fruto de una nueva oleada de desconfianza sobre las economías europea y estadounidense, que se extendió a las Bolsas de todo el mundo.
En este volátil escenario, cualquier rumor negativo sobre la economía de los países de la zona del euro es suficiente para desatar el pánico a gran escala en todos los mercados, un río revuelto en el que se apresuran a pescar los inversores especuladores, con nefastas consecuencias para los costes de financiación de las ya maltrechas economías de estos países.
Según cálculos de Gestha, el sobrecoste que los movimientos especulativos contra la deuda pública española causan a la financiación del Estado es de 1.123 millones de euros por cada aumento de 100 puntos básicos en la prima de riesgo, lo que equivaldría a unos 100 euros al año por cada familia española.
Por ello, esta asociación pide que se prohíban durante dos meses las ventas a corto en el mercado de deuda y en las empresas de sectores estratégicos como energía, banca, transportes, tecnología o telecomunicaciones, lo que, unido a la compra de deuda realizada por el Banco Central Europeo, "contribuiría a estabilizar el mercado de deuda".
Gestha expresó hoy su satisfacción por la prohibición que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha aplicado de forma inmediata a las posiciones cortas sobre las acciones de 16 bancos y aseguradoras españolas, lo que impedirá la especulación por la venta de títulos de manera previa a su compra.
Las posiciones cortas o apuestas a la baja consisten en tomar prestadas acciones para venderlas en el mercado con la perspectiva de que su precio caerá, momento en que los títulos se recompran más baratos y se devuelven a su propietario de origen, obteniendo como ganancia la diferencia entre el precio de venta y el de compra posterior.
Los Técnicos de Hacienda venían solicitando un mayor control sobre este tipo de movimientos, que a su juicio "se ven alentados por las opiniones de algunas agencias de calificación" desde que en 2009 se identificara a los fondos de inversión libre o "hedge funds" como principales responsables del desplome bursátil ocurrido tras la quiebra de Lehman Brothers.
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