El fuego arrasa con 7.300 hectáreas en el área de Los Ángeles

Las llamas continuaron avanzando por las montañas próximas a la ciudad de Los Ángeles, donde dos personas murieron por culpa del fuego que ha calcinado más de 7.300 hectáreas, informó el departamento contra incendios de California.

A pesar de la tregua concedida por el viento durante la jornada, los incendios originados el lunes en el área del valle de San Fernando, al noreste de Los Ángeles, siguieron ampliando la superficie quemada y obligaron a miles de residentes a mantenerse alejados de sus viviendas.

El informe de los equipos de extinción estatales señaló que 19 viviendas fueron arrasadas por las llamas, que amenazan a otras 3.500, así como a 100 locales comerciales.

El frente más activo, llamado Sesnon continúa fuera de control, mientras que el foco denominado Marek está apagado en un 70 por ciento, dijeron fuentes oficiales.

En el peor de los escenarios presentados por las autoridades, el fuego podrían avanzar el oeste y llegar hasta la costa, un área salpicada de viviendas y con alta densidad de tráfico.

El lunes una persona perdió la vida en un accidente de moto mientras circulaba por una carretera con poca visibilidad debido al humo y otra, al parecer un vagabundo, falleció en un área que estaba bajo orden de evacuación.

La alerta roja por incendios en la región fue ampliada hasta el miércoles.

"Una vez más nos enfrentamos a una tormenta perfecta de fuertes vientos, baja humedad y altas temperaturas", manifestó el gobernador de California, Arnold Schwarzenegger, en una rueda de prensa.

El gobernador declaró el estado de emergencia el lunes en los condados de Los Ángeles y Ventura por culpa del avance de las llamas, lo que da acceso a las autoridades a los fondos especiales para situaciones extremas.

Schwarzenegger insistió en que su gobierno, en coordinación con las autoridades locales, puso todos los medios disponibles para combatir los focos de fuego e indicó que no se escatiman los medios técnicos ni el dinero, al ser preguntado por los fondos existentes ante la inmensa deuda pública que sufre su estado.