Este artículo se publicó hace 14 años.
Francia y Alemania instan de nuevo a una regulación más estricta
Francia y Alemania renovaron el lunes sus llamamientos para endurecer la regulación al sector financiero global, de cara a la cumbre del G-20 en Canadá que se celebrará esta semana.
"Desde nuestra primera reunión en Washington en 2008, hemos tenido sólidos avances para implementar la agenda de la reforma a la regulación financiera", dijeron el presidente Nicolas Sarkozy y la canciller Angela Merkel en una carta conjunta al primer ministro canadiense Stephen Harper.
"Sin embargo, nuestro trabajo aún no está finalizado. La turbulencia financiera reciente ha mostrado que se debe hacer más para asegurar la estabilidad financiera", dijeron en la carta.
Sarkozy y Merkel pidieron un acuerdo internacional para implementar un impuesto o un arancel a las instituciones financieras, así como un acuerdo para fijar un tributo a las transacciones financieras.
"Este tipo de arancel o impuesto debería hacer parte de un marco de trabajo con resolución creíble (...) creemos que este arancel debería depender del riesgo y debería enfrentar el daño moral con respecto a las instituciones con importancia sistémica".
En Berlín, el ex economista jefe del Banco Central Europeo Otmar Issing, quien ahora ejerce como asesor de Merkel en cuanto a regulación financiera, dijo que había recomendado a la canciller establecer un cobro a los bancos para permitir la creación de un amortiguador del riesgo al que estos podrían acudir en tiempos de crisis.
Sarkozy y Merkel pidieron también una regulación más estricta sobre el mercado de los derivados extrabursátiles y afirmaron que los países también tenían que controlar el mercado de los credit default swap (CDS), o seguros contra una suspensión de pagos en la deuda, en una "manera coordinada".
Los dos líderes señalaron que el capital y la liquidez bancaria también debería fortalecerse para preparar mejor al sistema financiero para que resista las conmociones, aunque esto debería hacerse a partir de 2012 para no minar la recuperación económica.
Como parte de esto, las pruebas de tensión a los bancos a nivel global deberían hacerse públicas, una medida que será llevada a cabo por Europa a finales de julio.
La carta conjunta pide también incrementar la supervisión y regulación para mejorar el proceso de calificación de la deuda soberana y exhorta a los líderes del G-20 a buscar ayuda del Comité de Estabilidad Financiera para evaluar a partir de junio de 2011 la necesidad de reducir la dependencia del sector financiero de las calificaciones de crédito externas.
"El código de conducta internacional para las agencias de calificación de crédito debe ser complementado para enfrentar el impacto que puede tener comunicar y publicar los cambios en las calificaciones en términos de magnificar las turbulencias y la estabilidad financiera", señala la misiva.
Sarkozy y Merkel añadieron que todos los países del G-20 deben comprometerse con sus colegas a realizar revisiones "para asegurar la igualdad de condiciones".
Los líderes del G-20 también deben adoptar sanciones adecuadas para las jurisdicciones que aún no cumplan con los estándares internacionales y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) debe revisar la lista de zonas que no cumplan con estos para noviembre.
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