Este artículo se publicó hace 17 años.
La Fiscalía reitera las acusaciones de tortura y asesinato en el juicio contra Seselj
La Fiscalía del Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia (TPIY) reiteró hoy las acusaciones de tortura, asesinato y persecución contra el líder ultranacionalista serbio Vojislav Seselj en la reanudación del juicio contra el imputado.
El proceso comenzó en noviembre de 2006, pero tuvo que aplazarse indefinidamente hasta que Seselj, acusado de crímenes de guerra y lesa humanidad presuntamente cometidos durante las guerras de Croacia (1991-1995) y Bosnia (1992-1995), se recuperara de la huelga de hambre que puso en peligro su vida.
La fiscal Christine Dahl abrió hoy la sesión con un alegato en el que durante cuatro horas enumeró diferentes casos individuales de familias, gran parte de ellas musulmanas, víctimas de los crímenes de los que se acusa al ultranacionalista.
Habló, entre otros, del testimonio de familias obligadas a abandonar sus hogares y del asesinato de menores y de la separación de mujeres de los varones, entre los que en algunos de los casos incluso se encontraba "un bebé de siete días".
La fiscalía acusó a Seselj de "propagar una campaña nacionalista", que instigaba a la creación de una "Gran Serbia" y a raíz de la cual "los habitantes no serbios de Croacia y Bosnia fueron expulsados a la fuerza".
Al referirse al caso concreto de una mujer musulmana a la que las fuerzas serbias violaron y mataron a su marido e hijos, la fiscal dijo en la Corte que "la destrucción de su comunidad, su vida y su familia es un ejemplo de las consecuencias del nacionalismo beligerante y belicoso propagado por el acusado".
La fiscal puntualizó que "al final Seselj no consiguió una Gran Serbia, sino que la ha hecho más pequeña y ha ofrecido al mundo la expresión 'limpieza étnica'".
En este sentido, acusó al ultranacionalista, líder del Partido Radical Serbio (PRS), hoy mayoritario en el Parlamento de ese país, de intentar "disfrazar lo que fue limpieza étnica en civilizado intercambio de la población".
Conocido también como el "caudillo", Seselj, de 53 años, ha puesto continuas trabas al curso de su proceso, que desde noviembre de 2006 no ha podido reanudarse hasta hoy.
Siempre provocador ante los jueces, al final de la vista de este miércoles quiso dejar claro que se dirigiría a los magistrados "sentado" porque esa postura le resultaba más cómoda que la de permanecer en pie.
"Tengo derecho a hablar a la Corte si estoy sentado", dijo, para a continuación quejarse de que no tenía un vaso de vidrio para el agua.
"Puede que se sientan más seguros si no tengo un cristal en la mano", pronunció provocador ante los jueces.
La Fiscalía que dirige la suiza Carla del Ponte acusa a Seselj de incitar al odio racial y de dirigir a un grupo de paramilitares conocido como los "chetniks", presuntos responsables de muchas de las atrocidades cometidas durante las guerras de Croacia (1991-1995) y Bosnia (1992-1995).
El ex líder del partido ultranacionalista serbio PRS terminó su huelga de hambre el 8 de diciembre de 2006, cuando los jueces le devolvieron su derecho a retomar su defensa.
En la primera vista del proceso, celebrada el 27 de noviembre de 2006, los jueces cedieron la defensa de Seselj a un abogado de oficio porque el acusado, debilitado por la huelga de hambre que comenzó el 11 de noviembre de 2006, no compareció en la sala.
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