La fiscal mantiene 40 años por matar al padre y a la hermana y la defensa, el internamiento

La fiscal ha pedido hoy 40 años de cárcel para Ismael V.S., por asesinar a su padre con una catana y a su hermana con un cuchillo, y la defensa el internamiento del encausado porque sólo mató a su progenitor y tenía anulada su capacidad mental el día del suceso por la esquizofrenia que sufre.

La representante del ministerio público y la defensa han elevado hoy a definitivas sus conclusiones provisionales, por hechos ocurridos sobre las 17.00 horas del 26 de junio de 2007 en el domicilio familiar de encausado y víctimas, situado en la calle Hogar de Valladolid.

La fiscal ha reclamado cuarenta años de cárcel por dos asesinatos, cometidos con alevosía -sin posibilidad de defensa de las víctimas- y agravante de parentesco, y el defensor ha demandado la absolución, con una medida de internamiento no superior a cinco años, al considerar que el acusado sufre esquizofrenia, lo que le hace inimputable -no sabía lo que hacía cuando ocurrió el suceso-.

También ha planteado el defensor, de forma subsidiaria, que el jurado popular que juzga el caso considere como atenuante o eximente incompleta el "miedo insuperable" dell encausado por el terror que tenía a su padre, no sólo ese día sino desde hace años, además de la merma de su capacidad por la enfermedad mental que padece.

La fiscal ha asegurado que Ismael V.S., de 32 años, mató tanto a su padre como a su hermana de una forma "salvaje, brutal", cuando ninguno de los dos podía defenderse, ya que pilló por sorpresa a su hermana cuando ella descansaba en su cama y a su progenitor cuando subía por la escalera de la casa sin que viera que el agresor portaba una catana.

Ha subrayado la "intención de matar" del acusado porque dirigió a la zona del corazón el cuchillo con el que asestó quince puñaladas y porque propinó varios golpes a su padre con una catana, el primero en la cabeza, y le atravesó con la espada el corazón de parte a parte mientras la víctima se encontraba en el suelo, boca abajo.

Ha reclamado al jurado un veredicto de culpabilidad y ha desechado que el procesado padezca una esquizofrenia simple apoyada en la declaración de dos peritos forenses, quienes dijeron en la vista que el encausado sufre un trastorno de la personalidad que no implica "ni que esté loco ni que no sepa lo que hace".

La defensa, sin embargo, ha sostenido que fue el padre del encausado el que mató a su hija con un cuchillo, tras lo que el procesado quitó la vida a su progenitor ante el "miedo insuperable" que sintió hacia su padre, por el que sentía "pavor".

Ha rechazado los argumentos de la fiscal acerca de que Ismael V.S. mató a su hermana debido a la "ausencia de pruebas" y en este sentido ha asegurado que "no es que no haya huellas dactilares" en la catana y el cuchillo, "es que no se han tomado".

No obstante, ha argumentado que al practicar una prueba en el mango del cuchillo para observar la existencia de ADN, se comprobó que sí existía con una mezcla de la hija y el padre fallecidos -el defensor sostiene que fue el progenitor el que acuchilló a su hija-.

También ha mencionado que, en las uñas de la mujer que resultó muerta, sí fueron halladas fibras con unos colores y tejidos similares a los de las prendas que vestía su padre y ha vinculado este hecho con las señales de defensa que presentaba la víctima.

Sobre la muerte del progenitor, que el acusado admite, el defensor ha asegurado que el crimen se produjo después de que el padre matase a su hija y ha recalcado que el procesado no era capaz en ese momento de distinguir lo que esta bien de lo que está mal.

Se ha basado en la "prueba irrefutable" del psiquiatra que compareció en la vista como perito y diagnosticó que el acusado padece esquizofrenia simple y ha pedido al jurado un veredicto que desemboque en un tratamiento médico rehabilitador para el procesado.

Está previsto que el jurado popular se retire mañana a deliberar sobre la culpabilidad o no del acusado.