La fe mueve millones

Fray Leopoldo de Alpandeire va camino de la santidad para mayor gloria de las cuentas bancarias de la Iglesia. El fraile, que practicaba la beneficencia para los pobres, será beatificado el 12 de septiembre en una ceremonia que tendrá lugar en la base área de Armilla (Granada). Los organizadores del acto, la Orden Capuchina y el Arzobispado de Granada, esperan una asistencia multitudinaria (entre 200.000 y 500.000 personas) y han decidido imponer un donativo de 20 euros para acceder al recinto.

Esta exigencia ha suscitado críticas entre fieles y devotos, para quienes se ha montado un negocio a costa del fraile de los pobres. "Esto es un escándalo. Una cosa es organizar viajes y peregrinaciones para pudientes y otra hacer de una beatificación un acto privado para los que paguen", afirma un devoto. La entrada a los actos de culto suele ser libre y gratuita, según fuentes eclesiásticas, para quienes es inaudito que se cobre 20 euros, bajo la apariencia de donativo, para permitir el acceso a la ceremonia de beatificación. Si acuden las personas previstas, el beneficio oscilará entre cuatro y diez millones de euros.

Miembros de comunidades religiosas consideran que se restringe el acceso a la ceremonia a aquellos que no pueden pagar. El propio Ministerio de Defensa, que ha cedido gratuitamente la Base Aérea de Armilla, puso objeciones a la exigencia del donativo, según aseguran a este diario fuentes próximas a la organización. La postura de Defensa obligó a los organizadores a acotar un espacio para la ceremonia.

Está previsto que acudan entre 200.000 y 500.000 personas

Lo cierto es que hasta los frailes y monjas han de pagar para asistir al acto. Los organizadores no hacen descuentos a grupos, ni a familias numerosas ni a desempleados. "Aquí pagamos todos, incluso yo", dice el comisario de la beatificación, Mateo Torres. La única excepción es la de las autoridades invitadas al acto. El donativo da derecho al acceso al recinto, a aparcamiento y a la alforja de peregrino (un pack que contiene un abanico, una gorra, una estampa de fray Leopoldo, un tríptico y un pañuelo como recuerdo del acto de beatificación). Incluso los voluntarios debían pagar inicialmente. El Arzobispado de Granada llegó a exigir para inscribirse como voluntario "el resguardo del pago bancario de 10 euros", pero suprimió tal requisito a petición de los capuchinos.

Según el comisario de la beatificación, la exigencia del donativo partió de la Orden Capuchina. "Es la única vía que tenemos para sufragar los cuantiosos gastos que conlleva la organización del acto, puesto que no recibimos ayuda de instituciones públicas, ni privadas ni eclesiásticas", asegura. Torres afirma, además, que existen precedentes en los que se ha cobrado para acceder a un acto de culto, como a la beatificación del sacerdote capuchino Josep Tous i Soler, que se celebró en abril en la Basílica de Santa María del Mar de Barcelona. Entonces costó 15 euros, pero el recinto era muchísimo más pequeño. "No tenemos dinero para afrontar una beatificación multitudinaria, que queremos hacer de forma cómoda, organizada y digna, ni podemos poner en peligro la obra social de los hermanos capuchinos, como la residencia de ancianos", agrega.

El comisario de la beatificación sostiene que los gastos de adecuación del espacio para poder desarrollar la beatificación son "sumamente elevados". En principio, los organizadores, que han contratado a la empresa Central Mayoristas de Cajas para producir el acto, tienen previsto instalar 200.000 sillas, 2.000 sanitarios químicos, doce pantallas gigantes de vídeo y sistema de sonido y un altar de grandes proporciones. El recinto dispondrá, además, de aparcamientos, zonas de bebidas y bocadillos, puntos de información y puestos de venta de merchandising, que también dejan dinero.

Muchos fieles han mostrado su rechazo y piden que la entrada sea libre

La afluencia de público prevista ha obligado a crear comisiones de coordinación en las que participan Cruz Roja, Protección Civil, Guardia Civil, Emergencias, Consorcio de Transportes y los municipios próximos a la base aérea. Todas las instituciones y empresas públicas colaboran desinteresadamente en la organización del acto. Los ayuntamientos de la zona, además, cooperan en las tareas de limpieza del recinto y asumen los refuerzos de la señalización y de la regulación del tráfico con cargo a las arcas públicas.

En Granada se tiene verdadera veneración por fray Leopoldo y las críticas por la exigencia del donativo sólo se hacen desde el anonimato. Su cripta es el segundo lugar más visitado de Granada, después de la Alhambra. Más de 800.000 peregrinos acuden cada año a la Iglesia de los Capuchinos donde reposan los restos del religioso. El Ayuntamiento de Granada, que gobierna el PP, lo nombró recientemente hijo predilecto de la ciudad por su "atractivo turístico-religioso". "Fray Leopoldo atrae más gente a Granada que el Parque de las Ciencias", llegó a decir el alcalde, José Torres Hurtado. Para otros, como Francisco Javier Martínez, arzobispo de Granada, la figura del limosnero "es un modelo a seguir en tiempos de crisis".

Salvo el acto de la Catedral del Mar, las anteriores beatificaciones, tras la decisión de Benedicto XVI de realizarlas en el lugar de origen del beato, han sido gratis. La primera tuvo lugar el 23 de enero. Beatificaron a Josep Samsò, párraco de Mataró. Acudieron mil personas y la entrada fue libre. El 18 de abril, en Valladolid, fue beatificado el padre Hoyos, un jesuita. Se abrió un plazo de inscripciones y se apuntaron 7.500 personas, pero la inscripción fue gratuita. No había donativos obligatorios, aunque sí voluntarios. A mediados de junio, la beatificación de Lolo, en Linares (Jaén), también fue gratis. Como la de la Madre María Purísima de la Cruz, que se celebrará el próximo 18 de septiembre en el Estadio Olímpico de Sevilla.