Este artículo se publicó hace 14 años.
De Eva a Sara
La polémica en torno a Sara Carbonero actualiza viejos fantasmas machistas
Manuel Bernabéu
La misoginia se renueva. Del mismo modo en que la sensual Eva confundió el entendimiento de Adán y le hizo perder el paraíso, la periodista Sara Carbonero es acusada de distraer a su novio —el portero Iker Casillas— y poner en peligro el orgullo nacional, concentrado en los pies de 11 jóvenes varones. Ellos son España. Y ella, la amenaza.
El machismo que ha rodeado a la contratación de la reportera viene de lejos. Hasta que llegó el Mundial, era tratada, básicamente, como un florero al servicio de la audiencia. Ahora muchos la definen como un estorbo maligno e incluso algunos prestigiosos medios de comunicación, como The Times, la señalan directamente como la causante de la primera derrota de la selección.
Usarla para conseguir un titular, como ha hecho este viernes Mariano Rajoy, es sólo una nueva vuelta de tuerca.
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