Este artículo se publicó hace 14 años.
Europa aplaude pero no copiará el plan para los bancos de EEUU
Las principales economías europeas no mostraron intenciones el viernes de querer adoptar la propuesta del presidente estadounidense Barack Obama para imponer un impuesto a los bancos como mecanismo para recuperar el dinero invertido en los rescates.
El presidente del Eurogrupo de ministros de Finanzas de la zona euro, Jean-Claude Juncker, dijo que Obama estaba en lo correcto al proponer el plan, que prevé que los bancos en Wall Street pagarían hasta 117.000 millones de dólares para devolver el dinero que recibieron durante la peor parte de la crisis global.
"Tenemos que ver en Europa (...) si avanzamos en la misma dirección", dijo Juncker, quien al mismo tiempo es primer ministro de Luxemburgo.
"No tengo una idea preconcebida, pero creo que sería difícil tener una postura común, ya que los asuntos fiscales son decididos a nivel nacional", afirmó, añadiendo que los ministros de Finanzas de la zona euro discutirían la idea en una reunión en la mañana del lunes.
En Alemania, la canciller Angela Merkel dijo que Estados Unidos había "llevado adelante un rescate bancario mucho más extensivo".
"Nosotros también impusimos aranceles considerables en los beneficios que pusimos a disposición de los bancos", dijo en una conferencia de prensa, añadiendo que estaba a la espera de una discusión internacional sobre el asunto, y señaló estar a favor de un impuesto a las transacciones financieras.
Bajo el plan de "banco malo" de Alemania, los bancos pagan al fondo del Gobierno para el rescate bancario un arancel por las garantías de los activos con problemas.
El periódico Financial Times informó en la mañana del viernes que Estados Unidos presionaría a otros países para adoptar medidas similares a las suyas en materia bancaria.
El periódico citó al secretario del Tesoro, Timothy Geithner, diciendo: "Vamos a ver si podemos alentar a las autoridades en otros centros financieros importantes para que hagan algo similar".
En Francia, la ministra de Economía, Christine Lagarde, dijo que los planes de Obama eran adecuados para Estados Unidos, mientras que las medidas de Francia debían ser acordes a la situación doméstica.
El Gobierno francés ha dicho que planea fijar un impuesto del 50 por ciento a los bonos de los operadores que superen los 27.500 euros (39.670 dólares). Por su parte, Gran Bretaña ha anunciado un impuesto del mismo porcentaje para los bancos que paguen bonos superiores a las 25.000 libras (40.850 dólares).
"El impuesto que pusimos a los bonos en conjunto con Gran Bretaña es la respuesta más eficiente para el sistema francés", dijo Lagarde.
A fines del año pasado, los líderes de la UE instaron al Fondo Monetario Internacional a buscar un impuesto global sobre las transacciones financieras para limitar el riesgo de otra crisis económica, a pesar de la oposición de Estados Unidos.
El primer ministro británico, Gordon Brown, pidió que se considerara este impuesto en la reunión de los países del Grupo de los 20 en noviembre, pero Washington se opuso a la idea de implementar la denominada tasa Tobin.
El Tesoro británico dijo el viernes que Estados Unidos tenía problemas exclusivos, por lo que requería un plan diferente.
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