Este artículo se publicó hace 13 años.
Europa analiza salidas para solucionar su crisis
El nuevo Pacto de Estabilidad permitiría al BCE actuar con más fuerza
Los dirigentes de la zona del euro repiten a menudo que la salida de la crisis de la deuda soberana será factible cuando se cumplan los acuerdos suscritos por ellos mismos. Es su manera de presionar a Grecia para que cumpla las medidas de austeridad consagradas en sus dos rescates y una advertencia a los países con alta deuda y déficit para que no descuiden sus propios esfuerzos. Sin embargo, un mes después de la cumbre del euro que creó el gran cortafuegos o bazuca contra la especulación, también esos acuerdos siguen sin ser cumplidos.
Una reunión de ministros de Economía del euro tratará mañana de avanzar en la configuración del fondo europeo de rescate ante la, hasta ahora, ausencia total de inversores extranjeros o de llegar a un acuerdo sobre su funcionamiento técnico. Aunque tal vez la solución vaya por otros derroteros. Y es que, según cuenta la prensa germana, los líderes de Francia y Alemania habrían pasado todo el fin de semana intentando diseñar en secreto una alternativa para salir de la encrucijada.
Francia y Alemania negocian, en secreto, un euro a dos velocidades
París y Berlín estarían valorando la posibilidad de poner en marcha un Pacto de Estabilidad que no necesitaría la aprobación por unanimidad de los socios de la Unión Europea, sino que se materializaría por acuerdos entre países, como ya se hizo con el Tratado de Schengen, que permite la libre circulación de personas entre los países firmantes.
Esta decisión allanaría el camino para permitir que el Banco Central Europeo pueda comprar deuda de forma masiva, algo a lo que hasta ahora Alemania se ha opuesto con fuerza. Según el diario Die Welt am Sonntag, los suscriptores del nuevo pacto se comprometerían a mantener un estricto control de los déficits nacionales y a que se diera vía libre a una supervisión presupuestaria supranacional. A cambio, los firmantes contarían con la ayuda permanente del BCE que, manteniendo su independencia pero dispuesto a apoyar a los países comprometidos con la consolidación fiscal, actuaría de forma contundente en los mercados de deuda para mantener bajos los tipos de interés de sus bonos soberanos.
Según el rotativo alemán, Berlín y París podrían empezar a difundir los detalles del nuevo pacto, que crearía un "club de los supereuropeos" o una "coalición de los ahorradores", durante esta semana y desvelarlo al completo en la cumbre de líderes de la UE del próximo 9 de diciembre en Bruselas.
La prensa germana habla de un fondo de rescate de no más de 750.000 millones
La versión oficial sobre lo que el Eurogrupo tratará mañana se remite a diseñar una nueva fórmula para financiar el fondo de rescate europeo. Tras el dinero comprometido para los países rescatados, del fondo quedan disponibles aproximadamente 250.000 millones de euros. La falta de interés de los inversores internacionales ha dejado en papel mojado la idea de ampliar su capacidad hasta el billón de euros, avalando las emisiones de deuda. Según fuentes comunitarias citadas hoy por el semanario Der Spiegel, esa falta de inversores reducirá la capacidad total del fondo a 500.000 o 750.000 millones de euros, insuficientes en caso de que se necesite prestar ayuda financiera a Italia, España o los grandes bancos europeos.
La alternativa sería una mayor implicación del FMI, que muchos funcionarios comunitarios ven con perplejidad: el FMI, una institución internacional, pasaría de financiar un tercio de los rescates (por imposición de Alemania) a convertirse en salvavidas oficial por la incapacidad de la eurozona para articular una solución propia.
Otro de los retos de mañana será desbloquear el último tramo de ayuda a Grecia (8.000 millones) una vez que el líder de la oposición ha accedido a apoyar por escrito el plan de ajuste.
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