Este artículo se publicó hace 16 años.
España no investiga lo suficiente en energía verde
Según la OCDE, sí destaca en la ayuda a los países pobres contra el cambio climático
La OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) celebraba ayer en París un seminario sobre la economía del cambio climático y, por ello, hizo público un voluminoso informe que señala que España está en el vagón de cola de la investigación pública sobre energías renovables del futuro. Por el contrario, sí está en el pelotón de cabeza entre los que ayudan a los países en desarrollo a reducir sus emisiones.
Con el estudio Economía de la contención del cambio climático: políticas y opciones para una acción global después de 2012, la organización, que reúne a 30 países, en su mayoría desarrollados, quiere aportar sus análisis a las próximas grandes citas que tratarán sobre clima, el G-20 de Pittsburgh y la Conferencia de la ONU en Copenhage.
En el capítulo sobre investigación y desarrollo, los técnicos de la OCDE destacan que la inversión en tecnologías renovables es capital para iniciar la transición a la economía verde, antes de que el precio de las emisiones de CO2 en un sistema de cuotas se vuelva prohibitivo.
El caso de España, en ese terreno, es paradójico. Nuestro país, dado el escaso porcentaje que dedica en general a la I+D pública comparado con la mayoría de sus socios europeos, se queda corto también en las sumas dedicadas a poner en marcha las centrales carbononeutras del futuro.
Según el informe de la OCDE, España dedicó en 2005 un 0,005% de su PIB a I+D pública sobre energías en general. Pese a que unas tres cuartas partes de esa inversión fueron exclusivamente a las renovables y no a la nuclear o a la fósil, la suma destinada se queda corta, frente a los países más avanzados de la OCDE. Finlandia dedicó ese año un 0,01% de su PIB a I+D de renovables, y Dinamarca, un 0,015%. España no investiga lo suficiente, por ejemplo, en las centrales solares de tercera generación, que sí preparan ya los alemanes e incluso los muy pronucleares franceses.
El informe de la OCDE, en todo caso, sí pone a España en el pelotón de cabeza en otro de los frentes capitales de la lucha contra el cambio climático: el de la cooperación con los países en desarrollo. Según la OCDE, España figura en el selecto grupo de países que sí "han adoptado iniciativas bilaterales" para transferir tecnología o ayudar con fondos a la reconversión verde de los países pobres. También Reino Unido o Australia son citados en ese grupo precursor.
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