España, Francia y 8 países critican recorte ayudas directas de reforma PAC

España, Francia y ocho países más han criticado hoy la propuesta de Bruselas para reformar la Política Agrícola Común (PAC) que plantea aumentar el recorte de las ayudas directas a los agricultores, para reforzar con ese dinero otras políticas destinadas al campo, las de desarrollo rural.

Los ministros de Agricultura de la UE celebraron el primer debate sobre la revisión de la PAC, durante el cual hubo "división" y reticencias de diez países a la idea de la Comisión Europea (CE) de incrementar la reducción de subvenciones directas y trasvasar los ahorros a otros capítulos de esa política.

Francia, Grecia, España, Luxemburgo, Irlanda, Holanda, Bélgica, Bulgaria, Polonia, Austria cuestionaron ese trasvase de fondos, que supondría mermar la partida para pagos directos.

La PAC es la política que absorbe una mayor proporción del presupuesto comunitario, cerca de la mitad, 55.000 millones de euros anuales y España, el segundo receptor (6.681 millones en 2006).

En su propuesta, Bruselas no quiere variar el presupuesto sino elevar el porcentaje de la llamada "modulación" por la cual ya se reduce un 5% de las subvenciones, que quedarían en la PAC pero con destino al desarrollo rural (medidas cofinanciadas para fomentar en el campo actividades complementarias o distintas a la agricultura).

La CE pretende subir ese porcentaje un 2% a partir de 2010, de manera que el recorte de las subvenciones sería del 13% en 2013.

España y los países citados cuestionaron esa rebaja y expusieron sus dudas por el trasvase de fondos, porque para reforzar "el segundo pilar de la PAC (en referencia al desarrollo rural) no hay que poner en peligro el primero (medidas de mercado como ayudas directas), según fuentes comunitarias.

La ministra española de Agricultura, Elena Espinosa, afirmó que debe haber reflexiones sobre cuestiones "a largo plazo", teniendo en cuenta que la PAC fue revisada en 2003 y aún no se han puesto en marcha todas las medidas.

Espinosa pidió que a la hora de negociar la PAC se tenga en cuenta el problema de abastecimiento alimentario y los altos precios actuales, a causa de la escasez de materias primas.

Bruselas prevé, por otro lado, que las rebajas de las ayudas sean superiores para los grandes propietarios: para los que obtienen más de 100.000 euros anuales, una rebaja del 10%; para los que perciben más de 200.000 el 25% y para los que se benefician de más de 300.000, una disminución del 45%.

En España, 904.090 agricultores reciben ayudas de la UE, de los que 2.520 obtienen más de 100.000 euros.

La intención de limitar las ayudas a los grandes terratenientes, idea que ha tenido más impacto mediático, ha despertado hoy el rechazo de Alemania, Letonia, Hungría, la República Checa y Rumanía.

Varios de estos países (Alemania por la parte que pertenecía a la antigua República Democrática alemana) aludieron al problema que supondría para el mantenimiento de puestos de trabajo la limitación de los apoyos a las grandes explotaciones y alegaron que provocaría la división artificial de fincas.

En este sentido, la comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, afirmó en rueda de prensa que si cercenar las ayudas a los grandes propietarios solamente beneficia "a los abogados", entonces retirará esa medida.

Por otra parte, la propuesta de reforma de la PAC confirma el final de las cuotas lecheras en 2015 y en este sentido, un grupo de países rechazó que acaben esos cupos, según explicó Fischer Boel.

Según otras fuentes comunitarias, no se trata de un rechazo, sino de preocupaciones de algunos estados sobre los problemas que puede acarrear el fin de las cuotas para algunas regiones: en ese grupo estarían Finlandia, Austria, Francia ó Bulgaria.

Los países conocieron el calendario de la reforma, pues Eslovenia, que presidirá el próximo semestre la UE pretende que en marzo haya conclusiones sobre el actual documento, con vistas a que la CE presente una propuesta legal en abril; el objetivo es llegar a un acuerdo antes de que acabe 2008, bajo presidencia francesa.