Este artículo se publicó hace 16 años.
ENFOQUE-Africa prueba nueva vacuna contra la malaria
Por Andrew Quinn
El multimillonario BillGates y miles de bebés están ayudando a Africa a preparar elmayor experimento de su historia, en la búsqueda de una nuevavacuna contra la malaria.
Los investigadores dicen que la campaña se da en un momentocrucial en la batalla contra la enfermedad, que ha sidorepelida varias veces con anterioridad para resurgir luego conun vigor letal.
Para la doctora Zena Mtajuka, una exhausta guerrera delfrente de lucha contra una de las más devastadoras enfermedadesdel planeta, la vacuna debería llegar pronto.
"La malaria es la principal causa de muertes en estedistrito", afirmó Mtajuka en su atiborrada oficina en elHospital Bagamoyo, al norte de Dar es Salaam, la capital deTanzania.
"Lo más duro es que los miembros de la comunidad vienen alhospital demasiado tarde. Esto hace que salvarlos sea másdifícil", comentó Mtajuka.
Bagamoyo es uno de los casi doce sitios de investigacióndonde los científicos están en las etapas finales de lapreparación para una prueba a gran escala de la eficacia yseguridad de la vacuna "RTS,S", desarrollada porGlaxoSmithKline PLC.
La prueba, que está programada para comenzar a principiosdel 2009 y que involucrará a 16.000 niños en siete paísesafricanos, es la mayor jamás realizada en el continente.
Sus patrocinadores, que incluyen grupos apoyados por laFundación Gates, esperan que devenga en una estrategia nueva yefectiva contra la enfermedad.
La dimensión de la malaria en Bagamoyo es típica en muchoslugares del Africa tropical, hogar de la mayoría del cerca demillón de personas que al año mueren por esta enfermedadtransmitida por mosquitos.
Los funcionarios de salud pública estiman que la malaria lecuesta a Africa 12.000 millones de dólares por las muertes y laproductividad perdida, una doble carga que el continente máspobre del mundo no puede costear.
Los defensores de la salud pública se refieren a la malariacomo a una historia exitosa de la salud global emergente, connuevas drogas, mosquiteros e insecticidas que contribuyen apronunciadas caídas en las tasas de infección en una serie depaíses.
Mtajuka afirmó que los mosquiteros tratados coninsecticidas y la fumigación doméstica no están disponiblesuniversalmente aquí, a pesar de las campañas parapromocionarlos.
"Algunas personas están usando mosquiteros, pero no todos.Algunos son simplemente demasiado pobres para costearlos", dijoMtajuka. "Y desde que estoy aquí no ha habido fumigacióndoméstica. Creo que una vez se hizo, hace tres años, pero nuncamás desde entonces", agregó la doctora.
Mtajuka, quien ya dirige la clínica para enfermos de sidaen el hospital, tuvo que aprender cómo tratar la malariaprimero. So predecesora como encargada de pacientes con el malmurió a comienzos de este año tras contraer la enfermedad.
EVALUANDO EL EXITO
Al igual que muchos doctores africanos, Mtajuka continuaanegada con los casos de malaria, que según expertos indica lanecesidad de una vacuna para detener al letal parásito de unasola vez.
"Los medicamentos y los mosquiteros son de ayuda, pero nocreo que esa sea la solución a largo plazo", dijo el doctorNorbert Peshu, director de Centro de Estudios MedicinalesGeográficos KEMRI en Kilifi, Kenia, otro sitio conflictivo parala malaria.
"El paso final contra la malaria tiene que ser una vacuna",agregó Peshu.
Aunque fue identificada como prometedora hace dos décadas,la vacuna RTS,S en los últimos años ha pasado a pruebas másgenerales, gracias a la financiación de la Iniciativa para laVacuna contra la Malaria PATH, apoyada por la fundación de Billy Melinda Gates.
Para los vacunólogos, la malaria ha resultado difícil devencer. El parásito que causa la enfermedad tiene un complejociclo vital dentro de los mosquitos y del cuerpo humano, queayuda a evadir el sistema inmunológico.
RTS,S, nombrado por el antigen que produce, fusiona partede una proteína del parásito a la superficie de la partículaviral de la hepatitis B, estimulando la respuesta inmunológicadel cuerpo.
Esto dificulta la habilidad del parásito para infectar ydesarrollarse en el hígado, su principal depósito en loshumanos, proporcionando una protección parcial contra laenfermedad.
La mayor prueba de la vacuna realizada hasta ahora, en másde 2.000 niños en Mozambique iniciada en el 2003, mostró queredujo todos los casos de malaria clínica en un 35 por ciento ylos peores casos de la enfermedad en casi un 50 por ciento.
La Iniciativa para la Vacuna contra la Malaria apunta a unavacuna que al menos sea efectiva en un 50 por ciento para el2015 y un producto de segunda generación que confiera para el2025 una protección del 80 por ciento o más contra laenfermedad clínica.
"Puede que no cubra todas las bases sino algunas", dijo ladoctora Patricia Njuguna, una pediatra keniana que será una delas principales investigadoras para la próxima serie de pruebasdel RTS,S en humanos.
"Las vacunas tradicionales ofrecen una protección del 80 al90 por ciento. Las vacunas contra la malaria ofrecen menos.Pero tal vez eso es todo lo que se necesite, agregó.
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