Este artículo se publicó hace 15 años.
EEUU construirá una central térmica libre de emisiones
La planta está diseñada para enterrar el CO2 que genere, pero los ecologistas dudan de que funcione
El Departamento de Energía de EEUU ha decidido apoyar con 1.073 millones de dólares (775 millones de euros) un proyecto para la construcción de la primera central térmica de carbón que almacenará sus emisiones de CO2 en el subsuelo. La decisión ha sido ha sido censurada por organizaciones ecologistas, ya que la mera existencia de esta tecnología, más allá de la teoría, aún está en duda.
El secretario de Estado de Energía, Steve Chu, ha descrito el proyecto como "un importante paso que refleja el compromiso del Gobierno en el rápido desarrollo de la tecnología que captura y almacena el CO2 como parte del plan integral de creación de empleos, desarrollo energético y reducción del cambio climático".
El proyecto para la construcción de la planta térmicaFutureGen, que se levantará en Illinois y contará con capital público y privado, fue respaldado por George W. Bush en febrero de 2003 con una ayuda de 1.000 millones de dólares (722 millones de euros). La idea avanzó a trompicones y a principios de 2008 el Gobierno de Bush le retiró el respaldo, con el argumento de que el presupuesto había sobrepasado las estimaciones.
Debido al impacto del CO2 en el cambio climático, la creación de una central térmica que lo capture y lo sepulte en el subsuelo evitaría su emisión a la atmósfera durante la generación de energía. El problema estriba en que existen dudas acerca de si realmente es posible construirla. Varios países compiten por ser los primeros en crear una central de ese tipo.
Advierte de que es necesario saber si realmente funciona y si su coste compensaEl presidente del Panel de la ONU para el Cambio Climático (IPCC), Rajendra Pachauri, reconoció recientemente que se trata de "una tecnología muy atractiva". El último informe del IPCC sobre su uso, que data de 2005, asegura que "técnicamente" es posible y que tiene un "grandísimo potencial". Por este motivo, recomienda tenerlo en cuenta dentro de las opciones para lograr la estabilización del CO2 en la atmósfera. Pero advierte de que es necesario saber si realmente funciona y si su coste compensa.
La industria, en cambio, asegura que es posible y que sólo falta poner esta tecnología en marcha. Según Futuregen Alliance, organización sin ánimo de lucro que representa a las principales compañías carboneras mundiales, el proyecto de Illinois permitirá construir la primera planta que producirá electricidad, capturará y almacenará el CO2 y producirá hidrógeno a escala comercial.
Tecnología "no demostrada"Los defensores del proyecto sostienen que la tecnología está probada en el laboratorio y que sin construir una planta no se sabrá si es posible. Pero las organizaciones ecologistas desconfían. En declaraciones a Público, Daimon Moglen, director de la campaña sobre cambio climático de Greenpeace, dijo que "es una tecnología no demostrada, innecesaria e inaceptable" y que es "un mal gasto de dinero público."
Según Daimon Moglen "es una tecnología no demostrada, innecesaria e inaceptable"Moglen reconoció que "es legítimo el debate científico" del IPCC, pero que el respaldo al proyecto es una "señal errónea" del Gobierno de Obama, pues en el mejor de los casos la tecnología estaría preparada dentro de 20 ó 30 años, "demasiado tarde, porque lo que se necesita es actuar ahora".
El representante de Greenpeace mostró su "sorpresa" por la decisión del Gobierno, aunque la situó en el contexto de la política estadounidense, donde los grupos de presión industriales tienen un gran poder y, a veces, hay que hacer gestos para "callarlos". Además, recordó que la construcción de FutureGen está prevista en Illinois, el granero electoral de Obama, el estado por el que fue senador en tres ocasiones.
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