Este artículo se publicó hace 15 años.
EE.UU. y Europa están en el "mismo sitio" en remuneraciones a directivos, dice Geithner
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, afirmó hoy que su país y Europa "están en el mismo sitio" en lo que respecta a las remuneraciones de los directivos del sector financiero, uno de los asuntos que se examinarán en la cumbre del G-20 en Pittsburgh.
"En realidad, estamos muy cerca. Creo que estamos en el mismo sitio" y ambas partes defienden la imposición de "estándares muy fuertes", aseguró Geithner en una rueda de prensa antes de la inauguración hoy de la cumbre.
Al mismo tiempo, corresponderá a cada país tomar medidas para asegurarse de que esa regulación se pone en marcha, explicó el secretario del Tesoro, quien subrayó: "No queremos que esas reformas se apliquen de aquí a un año... las queremos ya, para que afecten a las compensaciones este mismo año".
La Unión Europea, con Francia y Alemania a la cabeza, quería que se especificaran límites a las remuneraciones de los banqueros, algo sobre lo que EE.UU. se mostraba escéptico.
El borrador del documento final habla de la conveniencia de que las remuneraciones de la alta dirección de los bancos se vincule a objetivos a largo plazo, pero sin fijar un tope específico.
El documento pide que se llegue a un acuerdo internacional sobre este punto antes de finales de año.
En sus declaraciones, Geithner expresó su confianza en que los participantes en la reunión de las principales economías del mundo lograrán progresos en sus negociaciones sobre los derechos de voto en las instituciones financieras internacionales.
Países emergentes como Brasil, China, Rusia e India, piden un mayor poder de voto en el Fondo Monetario Internacional.
Aunque estos países pedían un 7 por ciento, el borrador contempla que los países ricos transfieran "por lo menos" un 5 por ciento de su voto en el FMI a las naciones en desarrollo "dinámicas".
Geithner predijo también apoyo de los participantes en la reunión a la propuesta de EE.UU. conocida como "Marco para un Crecimiento Equilibrado y Sostenido", en la que trata de imponer compromisos para terceros países, como China, a la que se quiere obligar a confiar menos en sus exportaciones y a potenciar sus mercados domésticos.
En esta propuesta, EE.UU. se comprometería, por su parte, a aumentar el ahorro interno y reducir su excesivo déficit público, mientras que a Europa se le exigirían cambios estructurales para mejorar el clima de inversión.
Otra propuesta estadounidense es la abolición gradual de los subsidios a los combustibles fósiles, que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) calcula que permitiría una reducción del 10 por ciento de aquí a 2050 en las emisiones de gases contaminantes.
"Hemos encontrado un fuerte apoyo a esta propuesta", según Geithner.
Los Estados en desarrollo destinan miles de millones de dólares a subvencionar los combustibles fósiles, algo que desequilibra la balanza de pagos, reduce las inversiones y resta recursos a los Gobiernos, según la Casa Blanca.
Acerca de los llamamientos de la ONU para que se replantee el papel de moneda reserva del dólar, Geithner subrayó que "un dólar fuerte es muy importante para EE.UU.".
Estados Unidos, subrayó, tiene la "responsabilidad especial" de mantener la confianza internacional" y "nuestra convicción es que el dólar mantendrá su posición internacional durante mucho tiempo".
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