Este artículo se publicó hace 16 años.
El ecuatoriano Caicedo y el argentino Bottinelli sacan de la UEFA al Racing y Sevilla
Un gol del delantero ecuatoriano Felipe Caicedo y otro del defensa argentino Jonathan Bottinelli dejaron al Racing y el Sevilla sin el pase a los dieciseisavos de final de la Copa de la UEFA y evitaron un pleno español que parecía encarrilado.
Pese a la prematura eliminación, Racing y Sevilla dejan la competición de forma distinta. El conjunto de Juan Ramón López Muniz, tras luchar hasta el último instante con dignidad en un complicadísimo grupo y despedirse con una victoria por 3-1 sobre el Manchester City. El de Manolo Jiménez, sorprendido por el Sampdoria en Génova, adonde acudió en busca de un empate que no logró (1-0).
Más cruel fue la salida racinguista, porque en poco más de cinco minutos pasó de la euforia a la desolación más absoluta. Pasado el disgusto, no obstante, recordará la buena imagen mostrada en su primer paseo por Europa.
Porque en el encuentro decisivo estuvo a punto de lograr la proeza. Para ello, debía derrotar al Manchester City y que el PSG no venciese por más goles al Twente holandés.
Lo tuvo en la mano durante muchos minutos, en los que El Sardinero fue una fiesta con los goles de Jonathan Pereira (18), Óscar Serrano (29) y Juan Valera (55).
Nada parecía alterar la fiesta, porque el PSG entraba en el cuarto de hora final con sólo dos goles de ventaja.
Todo empezó a torcerse, sin embargo, en el Parque de los Príncipes, donde el ex atlético Mateja Kezman (84) aumentó la cuenta y el ex levantinista Peguy Luyindula (86), que ya había abierto el marcador en el primer tiempo, sumó su segundo gol.
El Racing seguía clasificado, pero quedaba expuesto a que un gol en contra u otro del PSG le dejase fuera. Y ocurrió lo peor. En el minuto 93, Felipe Caicedo, que había entrado en el campo en el 75, enganchó balón dentro del área y lo convirtió en la peor pesadilla del club cántabro.
Otro suplente sudamericano, el argentino Jonathan Bottinelli, fue el verdugo del Sevilla, aunque en el caso del equipo de Manolo Jiménez con menos épica.
Había avisado el técnico sevillista del peligro que suponía tratar de defender en Génova el empate que le servía a su equipo y fue un augur.
"Es complicado salir a por un empate, porque cualquier error en el último momento te puede costar el gol y te elimina". Dicho y hecho, el Sevilla coqueteó con el desastre durante más de una hora y éste se produjo a falta de quince minutos, para dejarle sin capacidad de reacción.
Fue Bottinelli, un central argentino ex de San Lorenzo que apenas entra en los planes de Walter Mazzarri, quien encontró un balón suelto en el área sevillista y lo cabeceó al fondo de la meta, apenas doce minutos después de entrar en el campo, en sustitución de Stefano Lucchini.
El Sevilla no tuvo argumentos para recuperar el mando del encuentro y se quedó prematuramente fuera de la competición que más gloria le ha dado, la que ganó en 2006 y 2007.
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