Este artículo se publicó hace 15 años.
Echan a 200 supervisores electorales afganos por fraude
El país se prepara así para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del próximo 7 de noviembre
La mitad de los más altos cargos electorales afganos serán sustituidos, han dicho representantes de la ONU, para evitar un nuevo caso de fraude en la segunda vuelta presidencial,que se celebrará el próximo 7 de noviembre y que enfrentará al actual presidente afgano, Hamid Karzai, y al principal candidato opositor, Abdulá Abdulá.
"Hasta 200 supervisores (de un total de 380) no serán renovados en sus puestos. En la mayoría de los casos, la razón está en que o no se ajustaron a los procedimientos requeridos o fueron directamente cómplices de fraude" en la primera vuelta, explicó el portavoz de la misión de la ONU en Kabul (UNAMA), Aleem Seddiqui.
Karzai aceptó ayer la segunda vuelta después de que un organismo supervisor electoral, respaldado por la ONU, invalidara decenas de miles de votos que le hubiesen permitido obtener la reelección en primera vuelta, celebrada el pasado 20 de agosto.
Pese al esfuerzo desarrollado, que también incluyó un refuerzo de las tropas extranjeras destacadas en el país, la participación oficial fue de sólo el 38,7%.
Rasmussen y su TwitterEl secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha pedido por su blog de vídeo y la red social Twitter que los ciudadanos afganos acudan a votar en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
El temor de que se repita el fraude generalizado que deslegitimó esa primera jornada electoral pone en duda la compleja organización de los comicios, iniciada hoy. Tan solo faltan dos semanas para organizar los comicios, mientras avanza el duro invierno afgano, que deja sin acceso a muchas regiones del montañoso país.
La complicada orografía y las malas comunicaciones obligaron a las autoridades a recurrir a burros para llevar las urnas a las zonas más inhóspitas en las elecciones de agosto.
La tragedia del opio afganoEn su camino desde los campos de amapola hasta los consumidores de todo el mundo, el opio afgano deja un reguero de 100.000 muertos anuales, 160 millones de dólares para financiar a los talibán y una rampante corrupción en toda la antigua ruta de la seda, transformada ahora en una auténtica ruta del opio.
Esos datos aparecen en el último informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), publicado hoy. Europa sigue siendo el principal mercado para el opio afgano.
"Incautar el opio afgano en el lugar donde se produce es infinitamente más eficiente y barato que tratar de hacerlo donde se consume", alerta el informe.
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