El drama desgasta los ánimos en la Semana de la Moda de París

Sirenas policiales y gritos marcaron el viernes la pauta en el pase de Dior inspirado en el cine negro, con una colección de impermeables de la década de 1950, vestidos de lencería y ajustados pantalones vaqueros metálicos.

Mientras que los ejecutivos de Dior celebraban la acogida del diseñador John Galliano por parte de los minoristas, la crisis económica se posicionaba como el tema principal de la Semana de la Moda de París, las visitas se quejaban por el reducido tamaño del recinto y los diseñadores daban consejos para estar a la moda.

"Afortunadamente uno puede tomar unos pocos elementos de la colección sin tener que gastar mucho (dinero) y combinarlo. Sus madres todavía podrían tener algo que puedan usar", dijo a Reuters la diseñadora británica Vivienne Westwood tras su pase.

En el espectáculo de Westwood, el punk rock coqueteó con la burguesía parisina mientras que los seguidores de la moda se aglutinaron dentro de los dorados salones de un apartamento que antiguamente fue propiedad de Karl Lagerfeld.

Los diseñadores han seguido recortando costes trasladándose a recintos más pequeños y reduciendo las invitaciones y las fiestas. Pero para algunos compradores, la austeridad claramente ha llegado a su límite.

Esto contrastó con el ambiente optimista en la muestra de Dior, donde el actor Bruce Willis se sentó en primera fila. La cantante Rihanna, que asistió a las dos muestras, dijo a Reuters que pensaba que Westwood era "divertida y funky", mientras que Dior era "sexy".

Las minifaldas y pantalones cortos que cubrían la parte superior de los muslos, los elegantes encajes y los transparentes vestidos de fiesta en naranja, rubí y esmeralda parecían diseñados para la moderna estrella de Hollywood.

El propio Galliano apareció con un impermeable beige al estilo Bogart y un sombrero al final del show, cerrando una colección que evocaba a las divas del cine de la década de 1950 con corsés, lazos y portaligas falsos embutidos en abrigos y vestidos.