Dolce y Gabbana pusieron su amada Sicilia en las pasarelas de la Semana de la Moda masculina de Milán, pero no solo como inspiración para su colección, sino haciendo desfilar a verdaderos habitantes de la isla italiana como modelos.

Al ritmo de instrumentos musicales de esa zona del Mediterráneo tocados en directo, desfilaron por las pasarelas milanesas los verdaderos isleños: 73 hombres de doce a 42 años, elegidos uno a uno durante tres meses por los dos diseñadores en sus viajes a Catania, Taormina y Messina, tres destacados lugares de Sicilia.

Los encargados de mostrar la temporada 2013 de primavera-verano de Dolce&Gabbana fueron estudiantes, obreros, pescadores y camareros cuyo físico quedaba lejos del ideal de modelo, con su piel quemada por el sol, su pelo negro y rizado, y sus kilos y centímetros de más o de menos.

Con seriedad y con el orgullo de ser sicilianos de verdad, desfilaron en Milán y mostraron que de Dolce&Gabbana pueden vestir todos, o ese era al menos uno de los objetivos de estos creadores.

En Milan hoy se vivió una película del "neorrealismo" italiano con todos sus personajes y con aquellos inmigrantes sicilianos que dejaban el país con sus pantalones de talle alto y sus maletas de cartón como protagonistas.

La colección presenta pantalones oscuros con los bajos remangados y las camisas de lino o de seda negras, pero es imperativo meterlas siempre dentro en los pantalones.

Las camisetas de estilo marinero, con líneas horizontales de varios colores, pero también los pantalones de pinzas se contagian de las rayas.

También se mostraron pantalones cortos y amplios, estilo años cincuenta; pantalones pitillo ajustados a la cintura y zapatos grandes, anchos y abiertos como si fueran sandalias.

Los mas osados podrán optar por camisas de seda de grandes estampados y chaquetas de lana cruzadas.

"Hemos elegido arriesgar, y la verdad es que hemos descubierto el gusto de trabajar de nuevo con el verdadero género masculino, el real. Hemos querido mostrar un mundo de verdad, hecho de personas de verdad, de música verdadera, y todo realizado en Italia", explicaron los diseñadores.

La primera jornada de la Semana masculina de la Moda de Milán para la próxima temporada primavera-verano se abrió con el desfile de la elegancia relajada y moderna de Corneliani, que utiliza tejidos ricos como la seda y el lino en tonos clásicos como el gris perla y el blanco y el negro.

El hombre de Sergio Corneliani es discreto y elegante pero le gusta estar cómodo, con amplios pantalones en lino con pinzas, y cazadoras y chaquetas de piel lavada y trabajada para que parezca usada.

La chaqueta formal se reinventa en algodón para que se pueda usar en el caluroso verano sobre una camiseta, o bajo una sahariana de napa.

Milán fue el escenario del regreso de Jil Sander, que a sus 69 años, y después de que en 2004 se hubiera despedido por segunda vez del diseño -la primera vez fue en 1999- ha vuelto a la casa que lleva su nombre.

En su nueva colección ha vuelto a dar este toque minimalista que le caracterizaba, pero lleno de detalles excéntricos con sus azules y amarillos eléctricos que rompen el negro y el blanco.

La colección de Jil Sander introduce los trajes elegantes con pantalones cortos, tipo bermudas, en todas sus versiones, acompañados de calcetines y zapatos de vestir.

Sus chaquetas brillantes son ajustadas en los hombros, pero después las mangas son amplias, creando un efecto campana que da movimiento a los pantalones ajustados y rigurosamente negros.

Ermenegildo Zegna eligió los estampados tropicales para el próximo verano y la seda, el tejido favorito para las camisas.

El estampado tropical -pequeños animales exóticos o palmeras- es el alma de esta colección, que se repite en las camisas, los forros de las chaquetas, los pantalones o incluso los zapatos.

Para los menos osados, Zegna ha diseñado trajes completos en piel de color tabaco.