Este artículo se publicó hace 13 años.
Más divertido que Jesucristo
La BBC hará una película sobre la polémica que rodeó el estreno de 'La vida de Brian'
Unos días antes del inicio del rodaje de La vida de Brian en Túnez, el presidente de EMI se decidió a leer el guión de la película. Ante su horror, descubrió que la historia era "obscena y sacrílega". En la discusión con el directivo que había concedido el visto bueno al proyecto de los MontyPython, un enfurecido Bernard Delfont pronunció unas palabras que aún se recuerdan por su involuntario contenido cómico: "No permitiré que la gente diga que yo me burlé del jodido Jesucristo".
Con frases como esta, una película sobre la polémica originada por La vida de Brian no puede ser mala. Es precisamente lo que va a hacer la BBC en un proyecto que ya tiene director y reparto. Del guión se ocupará Tony Roche, miembro del equipo responsable de la serie The Thick of It y la película In The Loop, el mejor ejemplo de humor político que ha dado la BBC en la última década.
"No permitiré que la gente diga que yo me burlé del jodido Jesucristo"
Fue el beatle George Harrison el que salvó finalmente aquel proyecto de los Monty Python, aunque para ello tuvo que hipotecar su casa y un estudio de grabación. Sencillamente, le apetecía ver una película como esa. Como dijo Eric Idle, financiar los tres millones de libras que costó el filme fue "la entrada de cine más cara del mundo".
La elección del protagonistaAdemás de conseguir que Graham Chapman dejara de beber dos botellas de ginebra al día y pudiera interpretar el papel de Brian, los MontyPython tenían que decidir quién era el personaje clave de la parodia. Sin saberlo, solucionaron uno de los mayores problemas jurídicos que podían tener tras el estreno.
EMI se negó a financiar la película días antes del inicio del rodaje
La alternativa de ir directamente con el personaje de Jesucristo quedó descartada. "Jesucristo no era divertido", dijo años después Terry Jones en un documental de Channel 4."La comedia estaba en la interpretación de los evangelios", dijo. Por eso crearon el personaje de Brian, un contemporáneo de Jesús que sufría muchas de las situaciones ridículas que rodean a la religión. Y eso que, como decía su madre, "él no es el Mesías, sólo es un chico travieso".
Según Jones, no hubo ningún momento en que decidieran no hacer algo que pudiera parecer blasfemo. No es que estuvieran preocupados por cuestiones teológicas. TerryGilliam comentó más tarde que con 16 años ya se había leído dos veces la Biblia: "Pero después decidí que la educación es mejor que la religión".
La película se estrenó primero en EEUU en 1979. Hubo manifestaciones de protesta, incluida una de una asociación de rabinos de Nueva York. Estaba previsto que se estrenara en unas 200 salas en todo el país. Las quejas, como suele ocurrir en estos casos, fueron una bendición para la taquilla, y la película pronto pasó a 600 salas. Ese año fue el filme británico con mejor recaudación en EEUU (cerca de 20 millones de dólares).
El escándalo no consiguió otra cosa que aumentar las cifras de taquilla
En Reino Unido, La vida de Brian iba a enfrentarse al mayor reto en términos de lucha contra la censura. Sólo dos años antes, el periódico Gay News había sido denunciado por publicar un poema que describe lo que imagina un centurión durante la crucifixión de Cristo. El director de la publicación fue condenado a una pena de nueve meses de prisión.
La protestaSin embargo, el recurso dramático de crear a Brian fue decisivo para mantener a Monty Python lejos de los tribunales. Lo que quedó fue una campaña de protesta dirigida por Mary Whitehouse, la mayor activista ultraconservadora de la época, un auténtico ángel exterminador de la BBC por sus supuestos contenidos inmorales.
La película fue calificada para mayores de 14 años, lo que en sí ya era una derrota para sus críticos. Pero al final eran los ayuntamientos los que decidían si permitir su distribución. Algunos la vetaron, pero no demasiados. Aquel año, La vida de Brian fue la cuarta cinta en recaudación en el país.
Un momento imprescindible en la película que ahora hará la BBC será el del debate televisado en el que participaron John Cleese y Michael Palin frente a dos críticos, un obispo y un presentador televisivo. Lo más curioso es que los participantes intercambiaron los papeles. Los integrantes de Monty Python fueron los que aportaron las reflexiones más serias, mientras que sus rivales optaron, como si fueran comediantes, por respuestas rápidas e ingeniosas.
Al final, el humor supera censuras morales y fronteras. En su estreno en Suecia, había carteles que decían: "Esta película es tan divertida que la han prohibido en Noruega".
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