Los dirigentes de las facciones libanesas acuden a Qatar para reanudar el diálogo

Los dirigentes de las facciones libanesas acudieron hoy a Qatar para reanudar el diálogo y encontrar una salida a la crisis de su país, tras los enfrentamientos de la última semana que han resucitado el fantasma de la guerra civil.

La reunión se enmarca dentro del pacto alcanzado anoche en Beirut entre las partes enfrentadas, gracias a la mediación de una delegación de la Liga Árabe, por el que han acordado el regreso a la situación anterior a los combates y se han comprometido a no volver a recurrir a las armas.

A Doha han viajado responsables políticos de catorce facciones de la mayoría y de la oposición parlamentaria libanesa que, según la cadena de televisión qatarí Al Yazira, tienen previsto iniciar esta noche las conversaciones para solucionar la crisis.

Antes de sentarse en la mesa de negociaciones, los responsables libaneses serán recibidos por el emir de Qatar, Hamad Bin Jalifa al Zani, que celebrará una cena en honor de sus invitados.

Entre los representantes de la mayoría parlamentaria se encuentra el primer ministro Fuad Siniora, el ex presidente Amin Gemayel, el líder druso Walid Yumblat y el dirigente de la Corriente Futuro, Saad Hariri.

Por parte de la oposición, han viajado el líder cristiano Michel Aoun y el presidente del parlamento, Nabih Berri, entre otros.

El secretario general del grupo chií Hizbulá, Hasan Nasralá, no se ha trasladado a Qatar por motivos de seguridad y en su lugar ha mandado al jefe de su grupo parlamentario, Mohamed Raad, y al ministro dimisionario de Recursos Hídricos, Mohamed Fnecih.

La agenda de la reunión incluye temas esenciales como la formación de un Gobierno de unidad nacional y la reforma de la ley electoral, según ha anunciado el ministro qatarí de Exteriores, Hamad Bin Yasem Bin Yabar Al Zani, jefe del equipo mediador de la Liga Árabe.

En cuanto a la elección de un jefe de Estado para el país, el ministro qatarí ha expresado su esperanza de que se elija "dentro de unos pocos días" al presidente de consenso, en referencia al comandante en jefe del Ejército libanés, el general Michael Suleiman.

Antes de partir hoy hacia Qatar, Gemayel señaló a la cadena de televisión LBC que la base de cualquier acuerdo es la consolidación de la autoridad del Estado.

"Si no logramos un entendimiento relativo a las relaciones de Hizbulá con el Estado, no podrá haber progreso", apuntó.

Por su parte, Siniora señaló en un comunicado que "la violencia aumenta la separación entre los libaneses y hace perder la confianza en aquellos que utilizan las armas, sin que estos logren sus objetivos".

"Vamos a Doha con la esperanza de regresar con un acuerdo que nos permita mirar hacia adelante", agregó el primer ministro.

Asimismo, Raad aseguró al diario libanés As Safir que la oposición no acude a Qatar para regresar sin un acuerdo, ya que sus "intenciones son buenas y serias para lograr una solución".

Tal es el hartazgo de algunos libaneses por la situación de su país que algunos manifestantes se congregaron en el aeropuerto para despedir a los responsables políticos con pancartas bajo el lema "Si no se ponen de acuerdo, no regresen".

El Líbano vive un vacío presidencial desde el 24 de noviembre pasado, fecha en la que expiró el mandato del anterior jefe de Estado, Emile Lahud, ante la incapacidad del Parlamento de elegir a un presidente por las discrepancias de la mayoría antisiria y la oposición prosiria.

En este contexto, el 5 de mayo pasado estallaron los enfrentamientos entre los partidarios de ambos bandos, después de que Hizbulá considerase "una declaración de guerra" la decisión del Gobierno de acabar con su red de telecomunicaciones y de despedir al jefe de seguridad del aeropuerto de Beirut.

Al menos 65 personas murieron y más de 200 resultaron heridas durante esos combates, que cesaron después de que el gobierno decidiera revocar las medidas adoptadas contra el grupo chií.