Este artículo se publicó hace 16 años.
Delhi, una ciudad irrespirable por el imparable aumento del número de vehículos
Mil vehículos privados, la mayoría de diesel, se incorporan diariamente a las calles de Nueva Delhi, una ciudad cada día más contaminada e irrespirable que acoge esta semana la cumbre de Desarrollo Sostenible y Cambio Climático.
La capital de la India, ejemplo de desarrollo insostenible, ha pasado de tener 235.000 vehículos en sus calles y carreteras en 1975 a proyectar seis millones para 2011.
El espectacular crecimiento del parque automovilístico ha congestionado no sólo las vías de circulación sino también las respiratorias de los sufridos habitantes de Delhi, una urbe que no logra quitarse la etiqueta de ser una de las más contaminadas del mundo.
El Gobierno delhí emprendió en 1999 un plan para limpiar el aire de la ciudad que supuso el cierre de fábricas contaminantes y mayores controles sobre las que permanecen abiertas, la retirada de vehículos comerciales de más de 15 años, la restricción del transporte de mercancías y la prohibición de la quema de hojas.
Pero la medida estelar fue la sustitución del combustible diesel de los autobuses públicos y la flota de taxis y "rickshaws" por gas natural comprimido (CNG), que permitió reducir en un 30 por ciento los índices de contaminación.
No obstante, los ecologistas advierten de que las mejoras conseguidas con el CNG están siendo rápidamente anuladas por el imparable aumento del número de vehículos, al calor de un crecimiento económico que supera el 8 por ciento anual.
"El Gobierno ya ha controlado la contaminación industrial. Pero ahora son los vehículos las principales fuentes contaminantes", dijo a EFE la directora de la organización ecologista Centro para la Ciencia y el Medioambiente (CSE), Anumita Roychoudhury.
En los últimos diez años, el registro de vehículos ha aumentado un 105 por ciento, un porcentaje que se multiplica por cuatro en el caso de los de combustión diesel.
Si en 1991 sólo el 2 por ciento de los vehículos de Delhi eran diesel, ahora el porcentaje está en el 30 por ciento, según datos ofrecidos por Roychoudhury.
La previsión es, según la fuente, que en 2010 la mitad del parque automovilístico delhí sea de diesel, una tendencia preocupante admitida por el propio Gobierno municipal y fomentada por los subsidios a ese combustible.
La Autoridad delhí de Control y Prevención de la Contaminación Medioambiental (EPCA) recurrió al Supremo este mes para demandar la eliminación de los subsidios, entre otras medidas.
"Aunque los precios (del diesel) se han mantenido bajos por razones de justicia social y para atender las necesidades de los pobres, los fabricantes de coches están aprovechando esta oportunidad para expandir sus variantes diesel", advirtió la EPCA.
Según la EPCA, las partículas contaminantes que emiten los vehículos diesel que ruedan por las calles de Delhi equivalen al menos a las que habrían emitido 30.000 autobuses, cuando sólo 12.000 fueron retirados de la circulación entre 2001 y 2004, dentro de la campaña de sustitución por CNG.
Los ecologistas temen que la situación se agrave aún más con el próximo lanzamiento del coche más barato del mundo, el "Nano" de Tata Motors, que a un precio de sólo 2.500 dólares contará también con modelos de diesel.
En los inviernos, Delhi queda cubierta por una capa de niebla tóxica que no sólo afecta el movimiento de vuelos y otros servicios de transporte sino también a la salud de sus ciudadanos, sobre todo de los niños.
"Enfermedades como el cáncer de pulmón, la bronquitis, el asma y otros problemas respiratorios se han hecho comunes por la contaminación", dijo a EFE un médico del hospital público LNJP de Delhi, Nirmal Kumar.
"Alguien como un policía de tráfico, que pasa mucho tiempo al aire libre entre coches, se ve afectado al máximo y es susceptible además de sufrir otras enfermedades como la conjuntivitis", añadió.
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