Este artículo se publicó hace 16 años.
Dejad que los niños se acerquen al rock
El rock independiente se ha convertido en cosa de niños, parece demostrar la llegada de bandas como Tiny masters of today, Operator please o las españolas Prin'Lalá, preadolescentes con experiencia como instrumentistas y una decidida actitud de estrella muy alejada del pop juvenil de bandas como Tokio Hotel.
Algunos de sus miembros aún ven lejana la mayoría de edad, pero son para la prensa especializada el futuro del rock y, a su vez, un claro intento de ofrecer una alternativa al público adulto, al margen del fenómeno fan juvenil que predominaba hasta la llegada de estas versiones en miniatura de los Ramones.
Uno de los últimos en atraer la atención de la actualidad discográfica son los australianos Operator Please, cinco chicos que ensayaban a la hora del almuerzo con la intención de ganar la batalla de bandas de su instituto, que tenía como premio una caja de donuts, asegura la maquinaria promocional de la banda.
Comieron donuts, firmaron por Virgin y se hicieron populares en su país con la enérgica y algo punk "Just a song about ping-pong". Ya son tres las canciones que han colado entre las diez primeras de las listas independientes británicas y que forman parte de su debut, "Yes yes vindictive" (PIAS).
Compañeros de sello discográfico son Ivan y Ada, dos hermanos de doce y catorce años criados en Brooklyn y convertidos en Tiny masters of today. Tocan la guitarra, el bajo, la batería y el teclado y son una de las bandas favoritas de David Bowie con tan solo dos EPs -discos de corta duración- y un álbum, "Bang bang boom cake" (EMI), en el mercado.
Hacen rock de garaje con la supervisión de un adulto, Russell Simins, de la Jon Spencer Blues Explosion, que les ha conseguido a Yeah Yeah Yeahs, Fred Schneider -B-52's- o Kimya Dawson -Moldy Peaches- como colaboradores, y la posibilidad de mostrar su música en directo en varios festivales de música en los que comparten cartel con Bob Dylan, Raconteurs o The Bravery.
Las cordobesas Prin'Lalá, Isabel, de 10 años, Blanca -21 años- y María -18 años- una de las revelaciones de la escena española independiente del pasado año, se convierten en la cara visible de la experimentación sonora del productor Fernando Vacas.
Su disco "Esto es Prin'Lalá" (Eureka/PIAS) presenta un "mundo onírico en el que historias mágicas y saludos inocentes del más allá, conviven con la ingenuidad y el juego infantil", explican desde su perfil en Myspace.
En Francia no se quedan atrás y ya cuentan con Naast, cuarteto algo más crecido, con casi 20 años de media, que cuenta con el apoyo de la influyente revista especializada "Les inrockuptibles" y el diario "Libération", y se postulan como pioneros de una nueva generación de formaciones de rock francesas con las que impulsar el género, relegado en un país más cercano a la chanson e incluso al hip-hop o a las músicas del mundo.
Y es que la explotación infantil siempre ha dado muy buenos réditos económicos e incluso artísticos en la industria musical, como ejemplifican los Jackson five, convertidos durante los años 60 y 70 en el estandarte de un sello de la importancia de la Mowton.
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