'Guárdate el 20 de septiembre. Vamos a hacer historia'. El mensaje comenzó a circular hace algunos meses por las redes sociales. Detrás de aquella convocatoria estaba Sare, una plataforma ciudadana que defiende los derechos de los presos de ETA. A una semana del acto en el Bilbao Arena, los promotores de esta iniciativa se enfrentan a una situación muy habitual en las convocatorias de manifestaciones en Euskadi, sobre todo si están relacionadas con los presos: el gobierno del PP, a través de su delegado en la Comunidad Autónoma Vasca, José María Urquijo, pretenden impedir que este acto llegue a celebrarse.

Al igual que en otras tantas ocasiones, la administración central considera que se menospreciará y humillará a las víctimas de ETA. A esta hipótesis también se ha sumado la Asociación de Víctimas del Terrorismo, que ha solicitado a la Audiencia Nacional la prohibición del mitin. 'Nuestro acto no va a humillar a nadie. Simplemente vamos a defender los derechos humanos y a reclamar que se acabe con la dispersión', explica a Público Agustín Gorbea, uno de los portavoces de Sare.

Algunos minutos antes, el exconsejero de Justicia del Gobierno Vasco en la era Ibarretxe, Joseba Azkarraga, comparecía en un céntrico hotel bilbaíno junto a la profesora Asun Landa para recalcar que la convocatoria del día 20 tendrá un único objetivo: 'denunciar la política penitenciaria que el gobierno aplica desde la venganza a las presas y presos vascos'.    

'Se ha dicho en repetidas ocasiones que sin violencia se puede hablar de todo. Pues hablemos sin prejuicios, sin reservas y sin miedos''Se ha dicho en repetidas ocasiones que sin violencia se puede hablar de todo. Pues hablemos sin prejuicios, sin reservas y sin miedos', dijeron los representantes de Sare. En ese contexto, Azkarraga planteó sus dudas sobre los criterios empleados por Urquijo para criminalizar a los organizadores del evento. 'Parece ser que el delegado del gobierno tiene una bola de cristal o ha hablado con la bruja Pirulí para saber lo que va a ocurrir el día 20', apuntó. 

El ex consejero de Justicia adelantó que el acto contará con la participación de personas de distintos ámbitos, aunque evitó revelar nombres. De hecho, esa será una de las sorpresas que Sare evitará revelar hasta el sábado por la tarde. Asimismo, fuentes de esta plataforma han adelantado a Público que también tomarán parte 'diferentes personas afectadas por el conflicto'. 

Uno de los primeros pronunciamientos ha llegado desde Etxerat, la asociación que reúne a familiares de presos de ETA. 'Se trata de una cita para derribar el muro de la constante vulneración de derechos humanos que supone la dispersión', afirmó este colectivo en un comunicado. En cualquier caso, no todos sus miembros podrán estar presentes en el acto de Bilbao, ya que coincidirá con varias visitas a las cárceles. Es el caso de Ana Sarobe, quien el próximo fin de semana volverá a recorrer los mil kilómetros que separan a Pamplona de París. Su hijo, Mikel Karrera —señalado por la justicia como uno de los jefes militares de ETA—, se encuentra en la prisión de Reau, al sur de la capital francesa.

Luego de que el Colectivo de Presos Políticos Vascos reconociera el 'daño multilateral' y asumiera la legalidad penitenciaria, Karrera tramitó ante las autoridades su solicitud individual de acercamiento al País Vasco. Aunque aún no lo sabe a ciencia cierta, su madre ya se imagina la respuesta. 'Los consideran presos normales —comenta Ana—, pero están haciendo con ellos lo que no hacen con nadie. Esto es una venganza'.