La defensa como obsesión

Valencia y Atlético disputan el primero de los dos duelos que dirimirán para decidir cuál accede a las semifinales de la Liga Europa. Los dos equipos ya tienen poco por lo que pelear en la Liga (los locales casi han asegurado su presencia en la próxima Champions, mientras que los rojiblancos deambulan por tierra de nadie) y los cuartos de final del segundo campeonato europeo en importancia se presentan como un golosina muy apetecible para ambos conjuntos. No por el momento, ya que tanto Valencia como Atlético están estos días acuciados por las bajas, pero sí por el premio.

El Valencia, que nunca antes perdió una eliminatoria ante otro equipo español, afronta la ida con la obsesión de no encajar goles. También el Atlético. Pero los rojiblancos buscarán marcar un gol que les permita llegar con más garantías al choque de vuelta que se celebrará dentro de una semana en el Calderón. "Es importante que marquemos y, sobre todo, que no cometamos errores a balón parado como en el Bernabéu", instó ayer Quique Flores a su vestuario. Es la obsesión del técnico. El Atlético no llegaba tan lejos en competición europea desde 1999, cuando eliminó al Roma en los cuartos de final de la UEFA. Han pasado 11 años de dura travesía por el desierto para los rojiblancos y el equipo está conjurado para romper el gafe en una competición históricamente maldita para ellos.

El Valencia llega al choque enrachado y además contará con el apoyo de Mestalla, que se llenará a reventar para lograr una renta suficiente para la vuelta.