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Cunde el optimismo tras el inesperado retorno al crecimiento de Alemania y Francia

EFE

El inesperado retorno al crecimiento de Alemania y Francia en el segundo semestre, aún insuficiente para apartar a la Unión Europea de la recesión, ha hecho que cundiera el optimismo sobre que la economía global está saliendo de la fosa, aunque malos datos, también imprevistos, de Estados Unidos conocidos luego hicieron de revulsivo.

Para contener el optimismo que había a mediados de semana la canciller alemana, Angela Merkel, advirtió de que la crisis no ha acabado y que ese 0,3% de crecimiento entre abril y junio que tuvo su país es solo "una muy pequeña plantita de esperanza" y recordó que la contracción del Productor Interior Bruto (PIB) germano puede pasar del 6% a finales de este año.

El PIB de la Unión Europea bajó en los últimos doce meses el 4,6%, menos del 5,1% esperado. En el segundo trimestre del año el decrecimiento fue de sólo una décima porcentual en la zona del euro.

En España, aún lejos de la recuperación, el decrecimiento económico fue del 1% de abril a junio y del 4,1% en doce meses, mientras que Portugal va tras la senda de Francia y Alemania lo que ha hecho que el primer ministro, José Sócrates, proclamara "el principio del fin de la crisis".

En Francia, que como Alemania puso fin a cuatro trimestres consecutivos con caídas del PIB, una encuesta revelaba el fin de semana que la mitad de la población cree que la recuperación se demorará hasta el 2011 y la cuarta parte que llegará aún más tarde, mientras el Gobierno de Nicolas Sarkozy considera que su país saldrá definitivamente de la crisis a mediados del 2010.

De todas formas, El Banco Central Europeo (BCE) observó que la recesión global ha tocado fondo y que para el año que viene en la zona del euro se espera una recuperación gradual.

Los precios al consumidor continuaron cayendo en julio un 0,7% en Europa con lo que la inflación alcanzó un nuevo mínimo histórico. De los 27 países de la Unión Europea, 14, incluida Alemania y Francia, vieron bajar los precios, sobre todo por el abaratamiento de la energía.

La vuelta al crecimiento de Alemania y Francia causó el jueves sorpresa y euforia, aumentadas por las señales de estabilización económica dadas por la Reserva Federal estadounidense el miércoles.

Sin embargo, la información de EEUU sobre una nueva y sorpresiva caída de la confianza de los consumidores, la bajada, asimismo inesperada, de las ventas minoristas, una tasa de inflación interanual del -2,1% en julio, la mayor caída desde 1950, y los aumentos de los pedidos de subsidios de desempleo y la morosidad mermaron el optimismo.

Los mercados acabaron a la baja, como el 2,7% que se dejó Francfort y las pérdidas del 1,3% en el índice Euro Stoxx 50 que mide al medio centenar de empresas punteras de la zona del euro. Tras cuatro semanas con ganancias, Wall Street se dejó en ésta medio punto porcentual, igual que avanzó São Paulo.

Del lado asiático predominó el optimismo en una recuperación económica mundial al sumar la cuarta semana de subidas, con Tokio en máximos de diez meses y Seúl en su mejor nivel desde hace un año. El índice general MSCI Asia Pacífico ha subido un 62% desde que en marzo marcó su peor resultado en los últimos cinco años.

Mientras, en Washington el Gobierno anunciaba que tiene muy encarrilados los planes para la nueva reglamentación del sistema financiero y advertía, por boca el secretario del tesoro, Timothy Geithner, de que no se permitirá al mercado retornar a "viejos hábitos, como el tomar riesgos excesivos".

Geithner rechazó las críticas de que, a medida que las entidades financieras vuelven a tener ganancias, Wall Street retorna a las prácticas habituales de lucro y bonificaciones. "No creo que el sistema financiero esté volviendo a las prácticas del pasado, y no permitiremos que eso ocurra", afirmó.

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