Roma, 19 sep (EFE).- La sangre solidificada de San Gennaro, el patrón de Nápoles, volvió a licuarse hoy, cumpliéndose un año más el "milagro" del santo, hecho considerado por el cardenal-arzobispo la ciudad, Crescenzio Sepe, un "signo prodigioso" para los napolitanos.

El "milagro", considerado de buen auspicio para la ciudad sureña italiana y para el mundo entero, ocurrió a las 09.30 (07.30 GMT), poco después de que el relicario que contiene solidificada la supuesta sangre del santo, hubiera sido expuesto en el altar mayor de la catedral de Nápoles.

Inmediatamente después y como manda la tradición, un pañuelo blanco agitado desde el altar mayor de la catedral anunció el "milagro" a los varios miles de ciudadanos que rezaban en el templo y que rompieron en aplausos de fervor.

Después el cardenal Sepe mostró el relicario a los fieles, así como a los que aguardaban fuera del templo.

Con fuegos artificiales se festejó el "milagro", considerado por Sepe como "un signo prodigioso que manifiesta la cercanía y predilección" de Dios hacia Nápoles.

La licuefacción de la supuesta sangre de San Gennaro ocurre tres veces al año, una el sábado que precede al primer domingo de mayo, otra el 19 de septiembre y la tercera el 16 de diciembre.

En mayo se conmemora el traslado de las reliquias del santo desde Pozzuoli, en la provincia de Nápoles, a la ciudad. El 19 de septiembre es el aniversario de la decapitación del mártir, ocurrida el año 305 en Pozzuoli, durante la persecución del cristianismo del emperador Diocleciano.

El 16 de diciembre se recuerda el aniversario de la catastrófica erupción en 1631 del Vesubio.

Sobre la autenticidad de la sangre de San Gennaro, científicos de la Universidad de Turín aseguraron hace años que la sustancia contenida en las dos ampollas que guarda el relicario es sangre "auténtica", aunque aún no se ha determinado si es humana.